Debido a la alta salinidad, muchos seres vivos, incluso los animales marinos, no pueden mantenerse con vida en el mar Muerto. Sin embargo, hay un organismo que puede sobrevivir a este entorno extremo. Se le llama Haloferax volcanii.

En la década de 1930, el microbiólogo Benjamin Elazari Volcani descubrió un microbio que puede aislarse del ambiente de alta sal, por lo que denominó este microbio como Haloferax volcanii. A partir de esta investigación, se aprendió que las condiciones del mar Muerto lo hacen un lugar ideal para el crecimiento de esta especie. Sin la sal, este microbio perdería su actividad.

Debido a la alta salinidad del mar Muerto, muchos seres vivos, incluso los animales marinos, no pueden mantenerse con vida en el mar.

Debido a su capacidad para vivir en un ambiente con alto contenido de sal, el Haloferax volcanii juega un papel importante en el campo de la biotecnología.