Esta dádiva, envuelta en papel rojo, se da a los menores de edad, pero no a los casados, aunque estos sean muy jóvenes. Según la tradición, este dinero espanta a los demonios y les trae buena suerte a los niños. Pero los pequeños no pueden abrir los sobres ante las personas mayores. En la actualidad, sigue siendo popular regalar dinero a los menores en la Fiesta de la Primavera.

Según la tradición, este dinero espanta a los demonios y les trae buena suerte a los niños.