El álamo del Éufrates es la única especie arbórea que se encuentra en el desierto del norte de China. En Ejina, en el oeste de Mongolia Interior, existe un álamo del Éufrates. Como el árbol más viejo en este bosque de álamos del Éufrates, ha estado vigilando este lugar por más de 800 años. Los lugareños lo llaman el "árbol sagrado".

Los dinosaurios se extinguieron hace unos 65 millones de años. Entonces una nueva especie apareció a lo largo del antiguo mar Mediterráneo. Esta es el álamo del Éufrates. 

Los lechos de ríos inundados estacionalmente en el desierto de Gobi son perfectos para el álamo del Éufrates.Donde haya agua, el álamo del Éufrates crecerá. Esta especie ama el agua, pero también es muy resistente a la sequía. Mientras el agua subterránea esté al menos a 4 metros de profundidad, el álamo del Éufrates puede vivir cómodamente. Pero si el nivel del agua subterránea cae por debajo de los 9 metros, morirá.

Un adulto de álamo del Éufrates puede descargar decenas de kilogramos de sal y álcali cada año. 

Como el curso de los ríos del desierto cambia con frecuencia, el álamo del Éufrates ha dejado su huella a través del desierto. 

Actúa como un buen cortavientos, evita la erosión de la arena y es resistente a la sal. Un adulto de álamo del Éufrates puede descargar decenas de kilogramos de sal y álcali cada año. Cuando el viento es bloqueado, la arena se arregla y el suelo mejora. Así, el ambiente ecológico de Ejina está protegido.

Al sur del bosque de álamos del Éufrates en Ejina está Badain Jaran, el tercer desierto más grande de China. Sin este bosque de álamos del Éufrates de 260 kilómetros cuadrados, el desierto de Badain Jaran, de 49.200 kilómetros cuadrados de tamaño, se extendería hacia el norte, reduciendo el espacio vital de los humanos.

Estos álamos del Éufrates forman una barrera natural dorada, que cuidará el ecosistema de Ejina año tras año, por otros 800 años.

Estos álamos del Éufrates forman una barrera natural dorada, que cuidará el ecosistema de Ejina año tras año, por otros 800 años.

Estos álamos del Éufrates forman una barrera natural dorada, que cuidará el ecosistema de Ejina año tras año, por otros 800 años.