La ardilla es demasiado linda para muchas personas. Sus mejillas regordetas y su cola espesa son demasiado persuasivas, por lo que la gente no puede evitar alimentarla con manises y galletas.
Los parques urbanos con césped y árboles son hogares ideales para las ardillas. Son inteligentes y hábiles para vivir en la ciudad, no es sorprendente encontrarlos corriendo en la calle principal o cavando en el patio.
Las ardillas desarrollaron algunos hábitos para adaptarse al entorno urbano. Cuando llueve, las ardillas se refugian debajo de las hojas y enrollan sus colas para evitar la lluvia.
También se observaron ardillas construyendo nidos con desechos plásticos. Recogen bolsas de plástico, hilos de plástico y colillas de cigarrillos en lugar de ramas, hojas secas y hierba.
Es un buen indicador de que todavía hay animales salvajes corriendo en la ciudad, ya que los animales son más sensibles a los cambios en la naturaleza que los humanos. Cuando la ecología está fuera de balance, es difícil restaurarla.