Mi impresión es que Hong Kong era la Perla del Oriente en la que siempre habían convivido en armonía la elegancia tradicional y la prosperidad del mundo moderno. Sin embargo, el caos y los disturbios que la ciudad ha vivido desde junio de 2019 están convirtiendo a Hong Kong en un mundo diferente.
Los alborotadores obtuvieron armas de forma ilegal, asaltaron a policías, golpearon a personas inocentes, e incluso llegaron a rociar con combustible a un anciano al que después prendieron en llamas... Las acciones violentas continuadas están poniendo en peligro la vida y la seguridad de los ciudadanos.
Desde su retorno a la patria, Hong Kong no ha podido aprobar una ley de seguridad nacional, algo recogido como su derecho y responsabilidad en el artículo 23 de la Ley Básica de Hong Kong. Aprovechando este vacío del sistema legal, algunos separatistas están incitando públicamente la independencia de Hong Kong, a la vez que promueven la violencia.
Además, algunas fuerzas externas interfieren de forma cada vez más descarada en los asuntos de Hong Kong y realizan en esta Región Administrativa Especial actividades que perjudican a la seguridad nacional de China. En un momento como este, es apremiante llenar la laguna del sistema legal de Hong Kong para salvaguardar la seguridad nacional.
La decisión de la Asamblea Popular Nacional de establecer y mejorar el sistema legal y los mecanismos de aplicación para la Región Administrativa Especial de Hong Kong con el objetivo de salvaguardar la seguridad nacional se corresponde con los intereses de los compatriotas hongkoneses.

Los principales elementos demoledores de la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong son las fuerzas extremistas internas y las fuerzas externas de intervención.
Después de un año de agitación, cada vez más ciudadanos hongkoneses son conscientes de que los principales elementos demoledores de la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong son las fuerzas extremistas internas y las fuerzas externas de intervención, que son precisamente los objetivos a los que quiere poner freno esta legislación. Es por esto que muchos ciudadanos expresaron su apoyo a esta decisión.
Desde el 24 de mayo, diferentes sectores de la sociedad de Hong Kong organizaron actividades pidiendo firmas para apoyar la legislación de seguridad nacional. Hasta el día 31 de mayo, se habían recogido casi 3 millones de firmas de ciudadanos hongkoneses. Acabar con la agitación y recuperar la paz y la prosperidad es la voz de un amplio sector de ciudadanos de Hong Kong.
Desde el punto de vista jurídico, ¿cómo interpretamos esta medida de que sea la Asamblea Popular Nacional quien apruebe la legislación para la seguridad nacional de Hong Kong? Para responder a esta pregunta, es mejor acudir a los profesionales. Para ello haré una entrevista a distancia con el profesor Pan Deng, de la Universidad China de Ciencias Políticas y Derecho.

Una entrevista a distancia con el profesor Pan Deng, de la Universidad China de Ciencias Políticas y Derecho.
En cuanto a las voces que creen que la legislación de seguridad nacional va a afectar al estatus de centro financiero internacional de Hong Kong, creo que esa es una preocupación innecesaria.
A lo largo del último año, debido al vacío existente en el sistema legal para salvaguardar la seguridad nacional, se ha visto un aumento de las actividades violentas, lo que ha perjudicado gravemente al ambiente de negocios y a la imagen internacional de Hong Kong. Varias agencias internacionales han rebajado la calificación crediticia de Hong Kong. Llenar esa laguna que existe en la seguridad nacional y mejorar el sistema legal es justamente una medida importante para salvaguardar la estabilidad de Hong Kong.
Sólo mediante la paz y la estabilidad, Hong Kong podrá dar más confianza a los inversionistas y estabilizar su estatus de centro financiero internacional.

Hasta el día 31 de mayo, se habían recogido casi 3 millones de firmas de ciudadanos hongkoneses para apoyar la legislación de seguridad nacional.