Durante el brote de COVID-19 en China, la provincia de Hubei y su capital, Wuhan, debían considerarse la máxima prioridad ya que serían los campos de batalla decisivos.
El presidente chino, Xi Jinping, adoptó otra decisión clave para luchar enérgicamente contra el virus en Hubei y en Wuhan, puesto que la victoria en dicha ciudad garantizaría la victoria en Hubei y en todo el país.
Ante este llamamiento, la población local y todas las fuerzas que llegaron de toda China para ayudar en esta misión lucharon arduamente y en conjunto contra el virus, con lo que allanaron el camino para la victoria inicial contra la COVID-19.

La población local y todas las fuerzas que llegaron de toda China para ayudar en esta misión lucharon arduamente y en conjunto contra el virus.