Estados Unidos registró más de 40.000 nuevos casos de COVID-19 el 26 de junio. Se trata del mayor aumento diario reportado en el país, llevando el total de contagios confirmados a más de 2,4 millones.
Los estados de Florida y Arizona se encuentran entre los más afectados, con un aumento del 22 por ciento en el número de contagios. Paralelamente, en Texas, los casos confirmados aumentaron un 19 por ciento desde el lunes, habiéndose detectado más de 22.000 nuevas personas contagiadas. Consecuentemente, los estados del país norteamericano han decidido echar pie atrás respecto a las medidas para aligerar las restricciones. Es así que el gobernador de Arizona, quien previamente había autorizado la reapertura, ahora sostiene que es más seguro para los residentes quedarse en sus casas. Por su parte, Texas ha limitado la capacidad de asientos en restaurantes, así como cerrado sus bares.