Después de casi siete meses de cierre, los gimnasios en la Ciudad de México volvieron a la acción, sin embargo, como nos dice nuestro corresponsal en la capital mexicana, Juan Carlos Aguirre, sus propietarios afirman que la crisis económica pareciera no irse cuando registran una asistencia de clientes no mayor al 10 por ciento.

La Ciudad de México continúa en semáforo naranja, pero aumentó sus permisos para volver, paulatinamente, a la nueva realidad. Dentro del levantamiento de restricciones está la actividad de gimnasios, aunque con ciertas limitaciones. Un aforo máximo del 30 por ciento por hora, negadas las actividades grupales salvo se practiquen en sitios abiertos y el uso constante de cubrebocas durante la actividad física o mientras permanezca en el recinto, figuran entre las condiciones a cumplir. Cláusulas que al parecer no le quitan el miedo de contagio a los usuarios. 

Cerca del 40 por ciento de los pequeños gimnasios de México se vieron obligados a cerrar definitivamente.

Según la Asociación Mexicana de Gimnasios y Clubes, creen que, aunque el semáforo epidemiológico llegara a verde en la capital mexicana, la asistencia al gimnasio no pasará del 30 por ciento. Cerca del 40 por ciento de los pequeños gimnasios se vieron obligados a cerrar definitivamente, número que podría aumentar en los próximos meses.