Una jirafa se inclinó para beber agua en el Santuario de Vida Silvestre de Zimanga, Sudáfrica. El fotógrafo de 65 años, Alec Connah, capturó esta escena.
Dijo que estaba en un escondite subterráneo especial, construido junto a un charco, en el cual una vez dentro, los ojos están casi al mismo nivel que el agua.

Una jirafa se inclinó para beber agua.
Cuando bebían agua, las jirafas tuvieron que separar lentamente sus patas delanteras y bajar la cabeza cerca de la superficie del agua, momento en que las jirafas son más vulnerables a los ataques de los predadores. Por eso, la duración de este movimiento es muy corta, tal vez 15 segundos como máximo.
El fotógrafo pasó toda la noche en el escondite y se sintió muy aliviado al capturar estas fotos.

La duración de este movimiento es muy corta, tal vez 15 segundos como máximo.