A medida que se acerca el Día de Acción de Gracias, fiesta tradicional estadounidense, la Institución de Brookings informó el lunes día 23 que el país está experimentado una crisis de inseguridad alimentaria, indicando un momento difícil para muchas familias durante la pandemia de COVID-19.

Lauren Bauer, personal de Brookings en el sector económico, escribió que aunque la situación mejoró en octubre más que durante los meses anteriores de la pandemia, casi un 10 por ciento de los padres de niños pequeños han reportado que "sus hijos no tienen suficientes alimentos y carecen de los recursos para comprarlos".

La experta consideró que las familias de bajos ingresos con hijos pequeños tienen mayor posibilidad de experimentar una pérdida de ingresos, lo cual podría coincidir con el reporte de baja seguridad alimentaria mencionado. Las familias podrían tener problemas incluso si se les brinda apoyo federal por medio del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria.

La deteriorada inseguridad alimentaria es consecuencia, principalmente, de la pandemia de COVID-19, según Bauer. Las cifras muestran que alrededor del 50 por ciento de las familias con niños en edad escolar y el 44 por ciento de las familias con niños bajo la edad escolar reportaron en octubre que sus ingresos habían disminuido durante la pandemia.

La Radio Pública Nacional estadounidense informó que "la inseguridad alimentaria se duplicó con creces como consecuencia de la crisis económica causada por el brote del virus".

Ésto significa que casi uno de cuatro hogares han sufrido inseguridad alimentaria durante este año.

La Radio Pública Nacional estadounidense informó que "la inseguridad alimentaria se duplicó con creces como consecuencia de la crisis económica causada por el brote del virus".