Los abanicos forman parte de la cultura de muchos países europeos. Este objeto es también muy apreciado en China, ya que es un elemento tanto funcional como estético. La larga tradición en la elaboración de este tipo de productos se ha convertido en todo un arte en China.
El abanico es una parte fundamental de la cultura y el arte chinos y cuenta con cientos de años de historia. Este producto cuenta con muchos aficionados repartidos por todo el mundo.
Durante los siglos XVII y XVIII los abanicos chinos fueron introducidos en Europa y muchas mujeres de clase alta lo usaban en países como España, Francia o Reino Unido. Estos abanicos estaban elaborados con piel de animales como cordero o pollo. El colorido y los elementos de encaje les daban un acabado de lujo. A su vez, los abanicos originarios de China son diferentes en su país de procedencia.

El abanico es una parte fundamental de la cultura y el arte chinos y cuenta con cientos de años de historia.
Para fabricar un abanico hay que seguir más de una decena de pasos. Primero hay que diseñar los patrones para posteriormente elegir los filamentos que lo compondrán.
Un abanico puede contener cientos de hilos de seda. Tras usar el método del entrelazado, y después de diseñar los bordes y la empuñadura, hay que realizar una de las partes más importantes: unirlo todo. En esta parte del proceso, la humedad y la temperatura son cruciales.
Los artesanos tienen que elegir entre varios materiales para realizar ajustes que sirvan para mantener el abanico suave y listo. Tras sellar los bordes hay que decorarlos empleando varias técnicas, como el tallado o el grabado o añadiendo flecos. Y tras todos estos pasos obtenemos un abanico de seda.
Los abanicos no solo aunan funcionalidad y belleza, sino que también forma parte intrínseca de la cultura china.