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Si los tesoros nacionales pudiesen hablar: Pintura de Fuxi y Nüwa de Astaná
CGTN en Español
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En el año 48 a. C., el imperio Han del Oeste construyó los muros de Gaochang en la región de Turfán. En la dinastía Tang, como centro de las prefecturas de Xizhou y Jiaohe, la ciudad de Gaochang fue la sede del Protectorado de Anxi en dos ocasiones. Durante más de 800 años, una gran cantidad de inmigrantes de las Llanuras Centrales llegaron a esta tierra, ya fuera para defender las fronteras o para evitar el caos. Aquí vivieron, y aquí echaron raíces.

Entre las Montañas Flameantes y la antigua ciudad de Gaochang, ocupando una superficie de más de 10 kilómetros en el desierto de Gobi, se encuentra el lugar donde fueron sepultados los antiguos residentes de Gaochang desde la dinastía Jin del Oeste hasta la dinastía Tang. Este es un cielo antiguo, pleno de resplandecientes estrellas. En este cielo estrellado vivían los dioses ancestrales de la nación china: Fuxi y Nüwa. Desde 1959 se han desenterrado de las tumbas antiguas de Astaná más de cien pinturas similares de Fuxi y Nüwa que datan aproximadamente del período comprendido entre los siglos VI y VIII. Fueron elaboradas sobre telas de seda o de cáñamo. Tienen forma de trapezoide invertido, anchas en la parte superior y estrechas en la inferior, y estaban colgadas en el techo de los sepulcros o extendidas sobre los ataúdes.

Entre el cielo y la tierra se encuentra la humanidad. A través de la simulación simbólica del cielo estrellado, la cámara de una tumba profunda y oscura se transformaba en el universo luminoso donde el propietario de la sepultura viviría para siempre y sería feliz.

La veneración por Fuxi y Nüwa data del período anterior a la dinastía Qin. Durante la dinastía Han del Oeste, debido a la influencia de la teoría del yin y el yang, Fuxi y Nüwa comenzaron a aparecer en la imagen de un dios dual, que representaba el crecimiento continuo del yin y el yang.

Fuxi y Nüwa suelen ser representados con cabeza humana y cuerpo de serpiente. Las colas de serpiente se entrelazan entre sí formando una espiral. Llevan una falda corta plisada alrededor de la cintura. Visten camisas rojas de manga ancha con cuellos redondos decorados con bordes negros. Fuxi está a la derecha y Nüwa a la izquierda..., se miran fijamente. Solo se distinguen por el maquillaje y los adornos en el cabello.

Nüwa sostiene un compás en su mano derecha y cuatro fichas de cálculo en la izquierda. Fuxi sostiene una regla en su mano izquierda y una barra de tinta en la derecha. Si decimos que los cuerpos de serpiente que están conectados entre sí simbolizan el deseo por la supervivencia y la reproducción, y representan la elvolución de todas las cosas después de la creación del cielo y la tierra, entonces el compás y la regla, los círculos y los cuadrados, el sol y la luna, el yin y el yang simbolizan la razón y la voluntad de una civilización de luchar por encontrar su lugar en el mundo al comienzo del caos original.

Siguiendo los pasos de los inmigrantes, los genes culturales de las Llanuras Centrales se arraigaron en esta tierra remota. En todos sus rincones, y con el transcurso del tiempo, las imágenes de Fuxi y Nüwa fueron cambiando, haciéndose cada vez más diversas. La evolución cultural tuvo lugar entre colisiones y se estableció entre fusiones.

A través de las pinturas de Fuxi y Nüwa, los espíritus vuelven al mismo cielo protegidos por sus antepasados. Aunque el tiempo vuela rápido y el cambio nunca cesa, en una vida impredecible, el deseo de una eternidad hermosa y en paz se conserva siempre en nuestra memoria cultural. A pesar de no estar ya más en su tierra natal, comparten el mismo cielo estrellado.