Las vacunas ofrecen un rayo de esperanza a los habitantes de Hungría, país que lucha contra la tercera ola de la pandemia. El primer ministro húngaro afirmó que la nación se reabrirá gradualmente una vez que dos millones y medio de personas estén vacunadas, un mensaje que ha hecho de Pascua muy diferente este año.
Realizados con chocolate italiano de primera calidad y una década de experiencia, el conejo de Pascua de este año parece un poco diferente.
Mientras el sistema sanitario hace todo lo posible por vacunar al máximo número de personas, Laszlo Rimoczi tiene las manos ocupadas tratando de fabricar un molde de silicona usando la jeringuilla más pequeña que ha podido encontrar.
Los conejos han resultado ser la versión estándar más popular. Los clientes los compran para sus familiares o incluso para aquellos que trabajan en primera línea.
La creatividad ha jugado un papel importante a la hora de mantener la tienda a flote. En lugar de hacer complicadas tartas de boda, Laszlo ha optado por vender sus productos en un mercado local.
Ya está trabajando en un diseño muy especial para Año Nuevo y espera que todos podamos aprender algo de los últimos 12 meses.
Mientras tanto, los húngaros están muy contentos con el Conejo de Pascua por haber traído este año vacunas en lugar de huevos.

Un chocolatero envía un mensaje de esperanza con unos conejos muy especiales.