En tan solo una década, el desarrollo de una red integral de transporte desde y hacia la región autónoma del Tíbet ha impulsado su economía e intercambios culturales con el resto de China y el mundo. Un guía turístico local ha sido testigo de ese crecimiento.

Otro día en el Palacio de Potala, y Penba Tsering acompaña a tres visitantes de Guangzhou. Tsering habla tibetano, chino e inglés. Sus habilidades lingüísticas le han ayudado enormemente en los últimos 30 años que ha trabajado como guía de turistas profesional. Dice que en su época de universitario, ya sabía que quería que el mundo conociera a China. Y ahora está cumpliendo ese sueño. Tsering no solamente acompaña a turistas de todo el mundo, sino también a otros tibetanos y viajeros provenientes de distintos lugares de la parte continental de China. No hubiera podido seguir este camino sin la apertura del Tíbet y sin las inversiones en infraestructura de gran escala en la región.

Las cifras oficiales de la región autónoma del Tíbet muestran que recibió a 40 millones de visitantes en 2019.

"El desarrollo de autopistas y vías férreas, como la autopista de Sichuan a Tíbet y de Yunnan a Tíbet, y la vía de tren Qinghai-Tíbet, han elevado drásticamente el turismo local gracias a la facilidad de acceso, y eso a su vez ha impulsado a la economía local de manera significativa", dijo Tsering.

De hecho las cifras oficiales de la región autónoma del Tíbet muestran que recibió a 40 millones de visitantes en 2019. Esto es un aumento de 10 veces en comparación con solamente los cuatro millones registrados en 2007. Pero no es solamente el aumento del turismo y el crecimiento económico lo que se ha hecho evidente. Tsering ha visto un mayor deseo entre los tibetanos y viajeros de entender más profundamente a la región. 

"A cada vez más gente le interesa la culturta tibetana. Muchos de los turistas que he acompañado antes de llegar hacen investigación sobre la cultura, la economía y las tradiciones del Tíbet. Algunos jóvenes incluso pueden hablar un poco de tibetano", agregó Tsering.

Los beneficios del desarrollo de infraestructura en turismo no pueden ser subestimados. Debido a la facilidad para llegar, los visitantes siempre dicen que esperan poder volver a Lhasa en el futuro y traer más amigos junto con ellos para explorar la región autónoma del Tíbet e impulsar no solo a su economía, sino también a su rica cultura.