La provincia central de Konya, ubicada en Turquía, se distingue por sus más de 300 sumideros que parecen sacados de una película de ciencia ficción, un fenómeno creado por factores geológicos y por el aumento del uso del agua subterránea que provoca el hundimiento de la tierra.
El pasado domingo 30 de mayo se formó un gran sumidero de tres metros de diámetro y 65 metros de profundidad en un campo de tréboles en el distrito de Karapinar, lo que sembró el miedo entre los habitantes de la zona.

El pasado domingo 30 de mayo se formó un gran sumidero de tres metros de diámetro y 65 metros de profundidad.
Hace unos meses, el profesor Fetullah Arık, que dirige el Centro de Investigación de Hundimientos de Terreno en la Universidad Técnica de Konya, señaló el riesgo persistente de estos sumideros, asegurando que la mayor parte de Konya Basin, un centro agrícola de la región, está bajo la amenaza de nuevos hundimientos.

Es un fenómeno creado por factores geológicos y por el aumento del uso del agua subterránea que provoca el hundimiento de la tierra.