Funcionarios y trabajadores de la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, una vez más han rechazado enérgicamente las afirmaciones de presuntos trabajos forzados por parte de algunas fuentes en Occidente, esto durante una conferencia de prensa en Beijing. Dijeron que por el contrario, los residentes han vivido importantes mejoras en su calidad de vida. De acuerdo con información oficial, el ingreso per cápita disponible aumentó más de ocho por ciento anualmente en los últimos cinco años.

Funcionarios y trabajadores de la región autónoma uygur de Xinjiang insisten en que su industria del algodón no explota a los trabajadores con trabajos forzados, esto en medio de las constantes imputaciones de Occidente. Y señalaron que quieren que se escuche su voz de una vez por todas. 

Locales de la región autónoma uygur de Xinjiang han estado expresando sus opiniones desde que surgieron por primera vez las acusacions de trabajos forzados. Muchos han puesto como ejemplo sus propias historias de vida, citando mejoras en la calidad general de sus vidas. Otro trabajador viajó del sur de la región a Beijing para hablar en detalle sobr su experiencia laboral. 

El empleado de empresa textil Huafu en Aksu, Akbar Turahun, afirmó: "Cuando solicité este empleo en 2016, me informaron el sueldo, las vacaciones, las horas de trabajo y todo lo que necesitaba saber. Consideré completamente sus beneficios antes de aceptar el trabajo. Antes de este trabajo me dedicaba al pastoreo y ahora puedo hacer hasta 8.000 yuanes por mes para mi y para mi esposa. Voy a quedarme en este trabajo y espero poder comprar un departamento algún día. Mi empresa fue sancionada por Occidente, y lo único que puedo expresar al respecto es enojo, porque afecta nuestras ganancias y prestaciones".

No solamente agricultores locales de algodón y trabajadores de la industria textil están expresando sus opiniones. De acuerdo con funcionarios, los residentes locales de la región autónoma uygur de Xinjiang que deciden viajar y trabajar en otros sitios de China también están molestos ante las acusaciones de trabajos forzados, asegurando que están dispuestos a reubicarse en busca de una mejor vida y futuro.

De acuerdo con información oficial, el ingreso per cápita disponible aumentó más de ocho por ciento anualmente en los últimos cinco años.