Según estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo, Estados Unidos sólo ha ratificado 14 convenios internacionales del trabajo, siendo uno de los estados miembros con un número más reducido de ratificaciones.
Estados Unidos aún mantiene un historial muy pobre de las peores formas de violaciones de los derechos laborales, incluida la no eliminación del trabajo forzoso. Según un informe de la Confederación Sindical Internacional, Estados Unidos presenta una violación sistémica de los derechos laborales, y tiene el peor desempeño entre los principales países desarrollados.
El primero es la cuestión del trabajo forzoso. La historia negra del trabajo forzoso en los Estados Unidos se remonta al período de la esclavitud. Los esclavos fueron obligados a trabajar en la base de la sociedad en duras condiciones de trabajo. No solo no tenían comida, sino que también enfrentaron una explotación más cruel por parte de sus dueños después de que escaparon y fueron capturados, e incluso podían ser torturados hasta la muerte.
La historia negra del trabajo forzoso en los Estados Unidos se remonta al período de la esclavitud. Los esclavos fueron obligados a trabajar en la base de la sociedad en duras condiciones de trabajo.
Aunque Estados Unidos abolió la esclavitud en 1863, el mercado y la demanda de trabajo forzoso siempre ha existido, las principales víctimas del trabajo forzoso han pasado de ser esclavos negros a inmigrantes que ingresaron a Estados Unidos para trabajar. El sitio web oficial del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. admite que todavía existe trabajo forzoso en los Estados Unidos.
La mayoría de ellos son trabajadores traficados a Estados Unidos desde casi 40 países, incluidos India, México, Vietnam, África y América Central y del Sur. El sitio web de la Universidad de Denver reveló que actualmente hay al menos 500.000 personas que viven bajo la esclavitud moderna y el trabajo forzoso en Estados Unidos.
El fenómeno del trabajo forzoso en Estados Unidos es omnipresente. El fenómeno del tráfico de mano de obra en 23 industrias o campos, incluidos el de limpieza, la siembra agrícola, las ventas turísticas, los servicios de catering, médicos y de belleza, es particularmente prominente.
Las principales ciudades como Nueva York y Los Ángeles albergan las sedes de la mayoría de las "fábricas de explotación" de Estados Unidos. Marcas conocidas como Adidas, Nike y Apple emplean en cierta medida "talleres de explotación" para producir sus bienes.
El fenómeno del trabajo forzoso en Estados Unidos es omnipresente. El fenómeno del tráfico de mano de obra en 23 industrias o campos, incluidos el de limpieza, la siembra agrícola, las ventas turísticas, los servicios de catering, médicos y de belleza, es particularmente prominente.
Con el fin de ahorrar costos y maximizar los beneficios, los propietarios de estas fábricas a menudo aprovechan las lagunas legales para eludir la supervisión del Gobierno. Los salarios de los trabajadores y los beneficios relacionados están muy por debajo de los estándares legales, y no hay pago correspondiente por largas horas o horas extraordinarias. En casos extremos, incluso pueden ser objeto de abusos por parte de los empleadores.
Un documento interno del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, revelado por el New York Times, dice que trabajadores de origen vietnamita que trabajan en una fábrica de ropa en Samoa Americana han acusado a los guardias de seguridad que los golpeaban violentamente con frecuencia y que una compañera de trabajo fue pinchada en el ojo izquierdo con un tubo de plástico duro.
En una fábrica de alimentos en Oklahoma, donde los trabajadores de origen indio no comen lo suficiente, muchos de los trabajadores están tan desnutridos que parecen "zombis andantes".
La explotación sexual de adultos y niños en el trabajo también es un fenómeno muy grave.
La explotación sexual de adultos y niños en el trabajo también es un fenómeno muy grave.
En los Estados Unidos, también existe un trabajo forzoso generalizado impuesto por el Estado. En muchos estados, las violaciones de la ley se pueden ver en todas partes en los centros de detención contratados por el Departamento de Seguridad Nacional. Los detenidos se ven obligados a trabajar con salarios muy bajos o sin ningún pago, y son objeto de violencia y amenazas.
Aunque la Decimotercera Enmienda a la Constitución de Estados Unidos abolió la esclavitud, también permitió que las prisiones obligaran a los presos a trabajar. Según el sitio web estadounidense "Black Agenda Report", los presos en Estados Unidos no están protegidos por la ley y no tienen derecho a rechazar el trabajo forzoso. Pueden verse obligados a participar en algún trabajo peligroso, como combatir los incendios forestales de California, y sólo reciben un máximo de 5,12 dólares por día.
Cuando los legisladores de Estados Unidos y ciertos países discutieron acusaciones infundadas del llamado "trabajo forzoso en Xinjiang" y boicotearon el algodón chino, hicieron la vista gorda ante los hechos bien documentados del trabajo forzoso en los Estados Unidos, sin decir nada al respecto, y estos trabajos forzados están permitidos por la Decimotercera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
Estados Unidos tiene un problema muy grave del trabajo infantil. Estados Unidos es el único país del mundo que no ha ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el uso del trabajo infantil en Estados Unidos está muy extendido.
Según un informe de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE. UU. (US Government Accountability Office), en noviembre de 2018, el 5,5 % de los niños trabajan duro en las granjas y la mitad de las muertes por el trabajo infantil se deben a la agricultura.
De 2003 a 2016, 237 niños trabajadores murieron en accidentes agrícolas, cuatro veces más que en otras industrias. Según la Confederación de Sindicatos Industriales, la organización sindical más grande de los Estados Unidos, el Departamento de trabajo de los Estados Unidos sólo reporta un promedio de 34 casos de trabajo infantil ilegal al año, muy por debajo de la cantidad real, lo que pone de relieve la grave carencia de las capacidades de aplicación de la ley del Departamento de Trabajo de EE. UU.
Las personas de color enfrentan serias amenazas de desempleo y discriminación laboral en Estados Unidos. La tasa de desempleo de los afroamericanos es dos veces mayor que la de los blancos. Durante la pandemia del COVID-19, la tasa de desempleo afroamericano y hispano fue la más alta de la historia, menos de la mitad de los adultos afroamericanos tenían trabajo.
La asociación señaló que, según un informe del Comité de la Organización del Trabajo Agrícola (FLOC, por sus siglas en inglés), la industria tabacalera de EE. UU. todavía utiliza trabajo infantil menor de 16 años para trabajos peligrosos. El Comité de expertos en aplicación de convenios y recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo ha formulado observaciones sucesivas sobre el trabajo infantil en 2012, 2013, 2014, 2016, 2019, 2020 y 2021, respectivamente, y ha expresado reiteradamente su preocupación por el gran número de accidentes laborales graves relacionados con el trabajo infantil en granjas de menores de 18 años en Estados Unidos.
El accidente expresó preocupación e instó repetidamente al Gobierno de Estados Unidos a garantizar que los niños trabajadores menores de 18 años puedan trabajar en granjas cuando la seguridad y salud ocupacional estén plenamente garantizadas y se brinde orientación adecuada adquirido.
Las personas de color enfrentan serias amenazas de desempleo y discriminación laboral en Estados Unidos. La tasa de desempleo de los afroamericanos es dos veces mayor que la de los blancos. Durante la pandemia del COVID-19, la tasa de desempleo afroamericano y hispano fue la más alta de la historia, menos de la mitad de los adultos afroamericanos tenían trabajo.
"Washington Post" informó que en la etapa inicial del brote de la pandemia del COVID-19 en Estados Unidos, algunos dueños de negocios en Estados Unidos ignoraron la vida y la salud de sus empleados y les exigieron que no usaran equipo de protección personal para evitar "asustar a los clientes" y causar pánico.
Algunos empleados minoristas sufrieron represalias o se vieron obligados a irse después de pedir el cierre de las tiendas para evitar que los empleados contrajeran el virus. Según un informe de la Asociación Nacional de Abogados Laborales, el número de casos relacionados con violaciones de los derechos laborales por parte de los empleadores aumentó significativamente durante este período.
EE. UU. registra una violación sistémica de los derechos laborales.