Para nadie era un secreto que el futuro de Frank de Boer en el banquillo de Países Bajos pendía de un frágil hilo tras la decepcionante eliminación en octavos de final de su selección a manos de la República Checa.
Así que para confirmar lo que la mayoría avizoraba ha llegado el anuncio del propio seleccionador ayer martes, dos días después de la debacle en la Puskas Arena de Budapest. Así lo anunció la asociación neerlandesa de fútbol, que se hizo eco de las palabras del centrocampista estrella de la Naranja Mecánica de los 90, quien argumentó que no deseaba continuar en el puesto después de fracasar en el intento de llegar a cuartos con el revés en la capital húngara por 2-0 ante los checos.
Llegaban sus dirigidos a ese duelo con la etiqueta de favoritos y acallando las críticas de muchos tras sumar pleno de victorias en la fase de grupos con Georginio Wijnaldum, Memphis Depay y Denzel Dumfries marcando goles a placer. Pero el revés en Budapest, más los reiterados cuestionamientos que De Boer arrastraba por abandonar el enfoque tradicional neerlandés del 4-3-3, y jugar en su lugar con una formación 5-3-2 en la Eurocopa terminaron condenándole.
Frank, de 51 años, había firmado un contrato hasta el Mundial Catar 2022 en septiembre pasado -recordemos- como sucesor de Ronald Koeman, y se marcha con un saldo mediocre de 8 victorias en 15 partidos al mando. La gran incógnita, ¿quién será su reemplazo?

Frank, de 51 años, había firmado un contrato hasta el Mundial Catar 2022 en septiembre pasado.