La Real Fábrica de Tapices de Madrid celebra sus 300 años de historia. Fundada por el Rey Felipe V en 1721, pronto se convirtió en referente europeo para la fabricación de tapices gracias a la colaboración de tejedores y pintores de la talla de Mengs, Bayeu o Goya. Tres siglos después, de sus talleres siguen saliendo delicados trabajos para clientes de todo el mundo que aprecian la calidad de sus obras y el respeto por la elaboración artesanal de esta manufactura.

La Real Fábrica de Tapices de Madrid celebra sus 300 años de historia.
Situada en un edificio neomudéjar declarado en 2006 ‘Bien de Interés Cultural’, la Real Fábrica de Tapices mantiene la producción de sus trabajos con las mismas herramientas que en el año de su fundación. Cuenta con una plantilla de 50 artesanos, muchos menores de 35 años, lo que asegura su continuidad. Se sigue trabajando la técnica del nudo español en las alfombras, que ha llevado a abrir expediente de catalogación como Manifestación Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de España.
La Real Fábrica cuenta con un laboratorio de tintes para la lana y la seda con la que trabajan los artesanos de los diferentes equipos de tapices y alfombras, y restauración, uno de los orgullos de la fábrica en el siglo XXI. Está considerado uno de los talleres de restauración más importantes de Europa.

Fundada por el Rey Felipe V en 1721, pronto se convirtió en referente europeo para la fabricación de tapices gracias a la colaboración de tejedores y pintores de la talla de Mengs, Bayeu o Goya.
La Real Fábrica cuenta además con un completo jardín de plantas tintóreas traídas de todo el mundo, y que se emplean para conseguir colores mediante la extracción de hojas, tallos o raíces.