Están previstas más lluvias torrenciales durante los próximos tres días en el norte y centro de China, con alertas acerca de posibles desprendimientos de tierras. Una semana de fuertes lluvias ya ha causado graves daños y caos en el tráfico en muchas partes del país.

Los vientos huracanados hicieron volar los escombros y bloquearon las carreteras. Varios días seguidos de lluvias han convertido arroyos en torrentes, dibujando un escenario de puentes destrozados y coches flotando río abajo en las calles.

Las llamadas de emergencia han mantenido a los departamentos de bomberos ocupados día y noche, quienes respondieron con rapidez cuando un aguacero repentino paralizó el tráfico, dejando a los conductores vulnerables en Xinyang, una ciudad en la provincia de Henan. 

Los pueblos quedaron inundados en sus zonas bajas, lo que provocó cortes de electricidad y requirió rescates nocturnos. Los equipos de emergencia siguieron descargando agua y emitieron avisos de emergencia a cada hogar.  

La ciudad de Chongqing emitió una alerta por el desbordamiento de los ríos y las presas fueron abiertas para descargar las inundaciones. 

"Más de 800 policías en la ciudad fueron desplegados a varios puntos de la ciudad y las carreteras cerraron en lugares que suponían un riesgo para la población", dijo Tang Youfa, oficina de Administración Urbana, Xinyang, Henan.

La tierra se desprendió en carreteras en las zonas bajas y los equipos de rescate tuvieron que valerse de cuerdas para salvar a los aldeanos atrapados y liberarlos de las aguas turbulentas.

La ciudad de Chongqing emitió una alerta por el desbordamiento de los ríos y las presas fueron abiertas para descargar las inundaciones. 

En Chongqing, más de 40 ríos crecieron por encima del nivel de alerta. La policía pidió a los residentes que se quedaran en sus hogares. 

Se esperan más lluvias torrenciales, lo que complicaría los trabajos de limpieza en las áreas que se han visto gravemente afectadas.