En una comunidad del distrito de Shufu, hay un grupo de niños a los que les encanta jugar al fútbol y todos tienen un ídolo común. El joven en la videollamada es el ídolo del que hablan los niños, Imran Tursun. Ahora está recibiendo entrenamiento profesional de fútbol en Meizhou, Guangdong, a 5.000 kilómetros de su tierra natal.

Hace dos años, bajo la guía de un entrenador de fútbol enviado por la provincia de Guangdong para ayudar a Xinjiang, Imran sobresalió entre todos y fue seleccionado para ingresar a la Escuela de Fútbol R&F. Se ha convertido en un ídolo en la mente de los jóvenes del fútbol en su ciudad natal. Sin embargo, los niños no saben que su ídolo también tiene sus propias dificultades. Imran, que recibió entrenamiento profesional tarde, ha tardado en mejorar su nivel de jugar al fútbol. En la escuela de fútbol ferozmente competitiva, no ha podido ingresar al equipo A, que simboliza el camino hacia los jugadores profesionales.

Hace dos años, bajo la guía de un entrenador de fútbol enviado por la provincia de Guangdong para ayudar a Xinjiang, Imran sobresalió entre todos y fue seleccionado para ingresar a la Escuela de Fútbol R&F.

Wang Liang es un entrenador de fútbol de la Oficina de Deportes de la provincia de Guangdong. Durante su asistencia a Xinjiang, entrenó a un grupo de destacados jóvenes futbolistas y forjó una relación profunda con los niños. Fue él quien llevó a Imran hacia el camino del fútbol profesional.

"Los jóvenes locales de Xinjiang no están interesados en el fútbol, sino que les entusiasma. Imran es uno de los mejores. Su estado físico y su capacidad para correr son mucho mejores que las de los niños de otras provincias de China. La flexibilidad, la coordinación y la capacidad de imitar son particularmente fuertes. Estas cualidades son exactamente las que necesita este deporte. Si acepta este tipo de entrenamiento profesional y sistemático, tendrá la oportunidad de convertirse en un jugador profesional en el futuro. A pesar de todo, ha estudiado y entrenado conmigo, soy su entrenador de fútbol. De hecho, cuando trabajaba en Xinjiang, trataba a los adolescentes locales como a mis hijos. Entonces, dado que es mi hijo y el niño enfrenta problemas, no puedo cruzarme de brazos como padre, y tengo que brindarle algo de ayuda, así que estoy aquí hoy", dijo Wang Liang, funcionario de Guangdong que asistió a Xinjiang.

La llegada del entrenador Wang Liang le dio a Imran un gran estímulo y reavivó su sueño original.

Ahora, en el campo de fútbol de Kashgar de Xinjiang, un grupo de niños más pequeños, bajo el liderazgo de un nuevo grupo de entrenadores de fútbol, están corriendo con diligencia, persiguiendo sus sueños futbolísticos.