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Tres pecados de Estados Unidos en la lucha contra la pandemia y el rastreo de su origen
CGTN en Español

Rueda de prensa regular del 29 de julio del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian.

P: Recientemente, algunos medios han informado de que Estados Unidos no solo no ha logrado combatir la pandemia, sino que se ha convertido en el país con el mayor número de infecciones y muertes por la COVID-19. Además, se destaca que ha tomado decisiones irresponsables en las medidas de control de salida del país y la repatriación de inmigrantes ilegales, lo que ha agravado la propagación mundial de la pandemia. ¿Qué comenta China sobre este tema?

R: Desde hace tiempo, Estados Unidos ha estado alimentando el fuego por todas partes y ha manipulado políticamente el estudio de los orígenes de la COVID-19 de forma constante. Estados Unidos ha cometido tres pecados en cuanto a la lucha contra la pandemia y la trazabilidad del origen del virus:

En primer lugar, Estados Unidos es un país que propaga el virus. Estados Unidos es el país líder en tecnología médica, pero la manipulación política ha invalidado las medidas de protección y control epidémicas, lo que ha provocado cerca de 35 millones de contagios y más de 610.000 personas hayan perdido sus vidas. No ha adoptado medidas efectivas de control en las salidas del país, lo que ha dado lugar a casos importados de Estados Unidos en muchos países. A pesar de la oposición de la comunidad internacional, ha acelerado la repatriación de miles de inmigrantes ilegales infectados, provocando directamente que la pandemia en países de América Latina se intensifique. El New York Times ha comentado que este comportamiento equivale a "exportar virus".

En segundo lugar, Estados Unidos es un país que oculta el virus. Un estudio de la Universidad de Washington muestra que el número de nuevas infecciones y muertes en Estados Unidos podría situarse en 65 millones y 900 mil respectivamente, mucho más alto que las estadísticas oficiales. La cronología de los casos de infección temprana en el país sigue avanzando, mientras que sigue habiendo muchas sospechas en torno a Fort Detrick. ¿Por qué Estados Unidos no se atreve a invitar a la OMS en su territorio para rastrear los orígenes del virus? ¿Por qué no se atreve a abrir los laboratorios biológicos de Fort Detrick? ¿Es esta la actitud "transparente y responsable" de Estados Unidos?

En tercer lugar, Estados Unidos se dedica al "terrorismo de rastreo". Desde el "virus chino" que gritó el último gobierno, Estados Unidos ha estado extendiendo la estigmatización por todo el mundo. Ha tratado de vincular a China e incluso a los países asiáticos con el origen de la COVID-19, provocando que muchos asiáticos sufran discriminación, opresión e incluso amenazas personales. Viven con terror y ansiedad. También ha extendido sus "manos negras" a la comunidad científica y ha reprimido las voces justas de los científicos. Algunos medios han valorado que estos actos de Estados Unidos podrían considerarse como "terrorismo de rastreo".

Los tres pecados anteriores son solo la punta del iceberg de la manipulación política de Estados Unidos a través de la pandemia. Existe un consenso general y en la comunidad internacional de oponerse a la manipulación política de la trazabilidad del origen del virus. Hasta el momento 60 países han escrito al director general de la OMS para exponer esta posición. Se debe estudiar el origen del virus de la COVID-19, así como el origen del virus político que aprovecha la pandemia para culpar, discriminar y coaccionar a otros, el cual debe ser eliminado de raíz.

Estados Unidos es el país líder en tecnología médica, pero la manipulación política ha invalidado las medidas de protección y control epidémicas, lo que ha provocado cerca de 35 millones de contagios y más de 610.000 personas hayan perdido sus vidas.