No hay evidencia de que el SARS-CoV-2, el virus detrás de la pandemia de COVID-19, pueda ser una filtración de un laboratorio en Wuhan, y tales acusaciones contra Beijing son de naturaleza política, según Didier Pittet, experto en enfermedades infecciosas de los Hospitales de la Universidad de Ginebra e inventor del desinfectante de manos, como afirmó a Sputnik en una entrevista.
"Realmente no tenemos evidencia de que este o cualquier otro virus haya sido creado en un laboratorio. El tema se ha discutido mucho. Especialmente ya que sucedió en China. Pero la gente a menudo olvida que la primera bacteria destructiva que escapó de un laboratorio fue en Estados Unidos", dijo, y señaló que aunque teóricamente es posible incluso en instalaciones de alta seguridad, no hay razón para suponer que sucedió con la COVID-19.
Según el experto, la cuestión de si podría haber habido una fuga de un virus peligroso desde el laboratorio de Wuhan debido a la incompetencia o al nivel de seguridad insuficiente "es de naturaleza más política".
En marzo, la OMS emitió el primer informe de su misión de investigación a China, que llegó a la conclusión de que la posibilidad de que el virus se hubiera escapado de un laboratorio estatal en Wuhan era muy baja. Los expertos dijeron que existía una alta posibilidad de que el virus se transmitiera a los humanos desde los murciélagos a través de otro animal.
China ha negado las afirmaciones de una fuga de laboratorio e instó a Estados Unidos y sus aliados a dejar de politizar el tema. Beijing también ha afirmado su compromiso de encontrar la verdad detrás de los orígenes del virus con socios globales basándose en un enfoque científico.