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"Juego de poder" conduce a un desastre humanitario en los Estados Unidos
Actualizado 2021-08-11 01:35 GMT
CRI

En respuesta a la reciente operación absurda de Bloomberg de que Estados Unidos ha sido calificado como el “No. 1 de la Anti-Epidemia Global”, tres reconocidos cerebros de China publicaron el día 9 conjuntamente un informe titulado “¿EE. UU. No. 1? La verdad anti-epidémica de EE. UU.”. Ellos muestran con datos precisos y posiciones objetivas la verdadera situación de la lucha de Estados Unidos contra la epidemia. Esto no solo descubre la mentira de "No. 1 en el mundo en la lucha contra la epidemia" de Estados Unidos, sino también hace que el mundo viera cómo el pueblo estadounidense inocente es víctima del "Juego de poder".

Hasta la fecha, el número de casos confirmados del nuevo coronavirus en Estados Unidos ha superado los 35 millones, y el número de muertos ha superado los 610.000, el más alto del mundo. William Fogg, epidemiólogo y ex director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., denunció: "¡Esto es una masacre!" De hecho, para los estadounidenses, la epidemia es un desastre natural, y aún más un desastre artificial: la lucha partidista profundamente arraigada politiza la epidemia y hace que personas estadounidenses que "no deben morir" perdiera la vida.

La gente nunca olvidará que en las primeras etapas del brote, el entonces gobierno de EE. UU. ignoró repetidamente la advertencia de epidemia y trató de minimizar el riesgo de la epidemia, diciendo que "el nuevo coronavirus no es diferente que la gripe común" para paralizar la gente, con el fin de proteger la economía y el empleo, consolidar así los fundamentos de la reelección del Partido Republicano. Cuando la epidemia se propaga en lugares como el estado de Nueva York y California, donde gobierna el Partido Demócrata, los demócratas gastan mucha energía en "luchar con palabras" en lugar de luchar realmente contra la epidemia. Desde entonces, casi todas las medidas relacionadas con la epidemia, desde las pruebas de ácido nucleico, el uso de mascarillas, el mantenimiento del distanciamiento social hasta la vacunación y los proyectos de socorro de emergencia, han estado llenas de conflictos de intereses entre los dos partidos en los Estados Unidos.

La "fricción política interna" ha provocado confusión en la política de prevención de epidemia y lentitud de acciones en Estados Unidos, por lo que seis meses después del brote en Estados Unidos, el gobierno federal aún no ha formulado una estrategia nacional unificada. Una tras otra ventana de prevención y control de la epidemia se han perdido en vano, las vidas estadounidenses se perdieron uno tras otro en las luchas de los políticos.

Las diversas fallas en la prevención y el control de la epidemia en los Estados Unidos reflejan claramente el fracaso del sistema democrático estadounidense. El llamado sistema de separación de poderes que puede lograr controles y equilibrios de poder se ha convertido en un "juego de poder" para los políticos estadounidenses. La Casa Blanca está peleando con el Congreso. El Senado y la Cámara de Representantes están peleando dentro del Congreso de los Estados Unidos. El sistema judicial también ha perdido su llamada "independencia" y se ha envuelto en una lucha bipartidista. Además, el gobiernos locales no obedecen al gobierno estatal y los gobiernos de estado no obedecen al gobierno federal. ¿Cómo puede un gobierno estadounidense "suelto" coordinar eficazmente los recursos médicos y unirse para luchar contra la epidemia?

Hoy en día, los enormes desastres humanitarios todavía se están extendiendo por la tierra de los Estados Unidos. El día 9, el número de casos confirmados de neumonía de nuevo coronavirus en los Estados Unidos aumentó en más de 100,000 durante tres días consecutivos, un aumento del 35% durante la semana pasada. Sin embargo, la lucha del partido "luchar por luchar" no se ha detenido en lo más mínimo. El predicamento del silencio judicial, el enfrentamiento legislativo y la incompetencia administrativa de la "escisión de los tres poderes" ha hecho que la consigna política "unidos" en el discurso de toma de posesión del actual presidente de Estados Unidos sólo pueda ser una consigna.

En EE. UU. de ahora, continúa la manipulación política que ignora los derechos humanos básicos del pueblo estadounidense. En cualquier caso, no es digno del título de "número uno del mundo en la lucha contra la epidemia", y es más apropiado llevar los títulos de "el país fracasado anti-epidémico número uno del mundo" y "el país desgarrado político número uno del mundo".