Utilizando la asistencia en vacunas, la formación de talentos y la inversión industrial como cebo, Estados Unidos está intensificando sus esfuerzos para obligar a los países vecinos de China a participar en su campaña para difamar a este país como la "fuente del coronavirus" y abrir una brecha entre China y sus vecinos para contener la creciente influencia de China en la región de Asia y el Pacífico, y mantener el dominio regional de Estados Unidos, dijo una fuente cercana al asunto al Global Times el 19 de agosto.

En el intertanto, altos funcionarios de EE. UU. también ordenaron mantener la investigación de los orígenes del virus lejos de Europa y América Latina, considerando que Europa es un aliado cercano de EE. UU. y que América Latina está geográficamente cerca de este, por lo que el trabajo de rastreo de los orígenes del virus en la región podría sacar a la luz los primeros casos de COVID-19 y los vacíos legales en la lucha contra la epidemia en Estados Unidos , dijo la fuente. 

La fuente reveló que funcionarios estadounidenses de alto rango han apuntado recientemente a los países vecinos de China como su punto de inflexión. Teniendo en cuenta las distancias reducidas con China, las estrechas relaciones bilaterales y los frecuentes intercambios de personal, es más fácil para Estados Unidos (EE. UU.) inventar y levantar vínculos epidémicos con China. Al hacerlo, incluso si Estados Unidos no puede probar la teoría de la "fuga de laboratorio" al final, de alguna manera puede señalar a China como "la fuente del virus".

Estados Unidos ha aumentado su intimidación hacia los países vecinos. La fuente dijo que utilizó la asistencia en vacunas, cooperación en la investigación, desarrollo y transferencia de tecnología de vacunas, así como la garantía del suministro de materias primas de vacunas como cebos para inducir a estos países a cooperar plenamente con él. 

Estados Unidos también tuvo acceso a bases de datos gubernamentales y profesionales de países relevantes para obtener grandes cantidades de información de los pacientes al proporcionar capacitación, equipo de oficina o enviar técnicos, dijo la fuente.

También se descubrió que EE. UU. ofrecía etiquetas de precio explícitas, como promover el desarrollo industrial y apoyar su participación en asuntos internacionales y regionales, a cambio de la ayuda de países relevantes para dar impulso a la acusación de que "China es responsable y es la fuente del virus", según la fuente. 

Varias fuentes le dijeron al Global Times anteriormente que las agencias de inteligencia de EE. UU. están preparando sus esfuerzos para compilar un informe, pero están luchando por encontrar pruebas concretas que respalden la teoría de la "fuga de laboratorio", e incluso sus propias instituciones de investigación y aliados creen que el virus casi ciertamente no fue creado artificialmente.  Lyu Xiang, investigador de estudios estadounidenses en la Academia China de Ciencias Sociales en Beijing, dijo que esto muestra que Estados Unidos ha lanzado una "guerra política" contra China. Un científico cercano al grupo conjunto de expertos OMS-China dijo anteriormente al Global Times que la investigación de 90 días es una "campaña política coordinada”.

Yang Xiyu, exdiplomático chino e investigador principal del Instituto de Estudios Internacionales de China, dijo que las investigaciones de inteligencia exponen completamente el hecho de que Estados Unidos tenía como objetivo inventar algunos materiales para demostrar que China es culpable, y que las supuestas investigaciones que insultan y discriminan a China no se detendrán.

Estados Unidos ha aumentado su intimidación hacia los países vecinos de China.