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CMG desde aeropuerto de Kabul: "Tropas estadounidenses y los talibanes me apuntaron al mismo tiempo"
CGTN en Español

Carretera al aeropuerto con atasco

El camino desde la estación de prensa hasta el aeropuerto es menos de 5 kilómetros, y se tarda unos 10 minutos en llegar normalmente. Sin embargo, tras apenas unos cientos de metros en la carretera hacia el aeropuerto nos encontramos con un atasco. Mucha gente dejó sus coches a un lado de la carretera y anduvo hacia el aeropuerto con sus maletas. Los policías que estaban en el punto de control con armas cargadas no aparecían por ninguna parte. El camarógrafo sugirió que condujéramos poco a poco debido al equipo que había en el coche.

Multitud en la carretera hacia el aeropuerto

Dados las circunstancias negativas, tras el acuerdo entre EE.UU. y los talibanes en febrero del año pasado, las personas que consideraban que la situación era menos optimista y que tenían algunos medios económicos empezaron a marcharse.

Además, a algunas personas que realizaron trabajos de traducción o transporte para el ejército de EE. UU., se les prometió que se les expedirían los visados especiales de inmigrante cuando las tropas estadounidenses se retiraran finalmente, pero he oído que al menos 80.000 afganos y sus familias han solicitado este visado especial de inmigrante, y hasta ahora sólo se han retirado unos pocos miles.

Avión de transporte militar estadounidense lleno de pasajeros

Talibanes con equipos militares al estilo estadounidense

Un avión de transporte sobrevolaba continuamente la zona y pasaban personas con armas. Hace veinte años, cuando los talibanes abandonaron Kabul, yo estaba en la universidad y recordaba que utilizaban unos viejos rifles soviéticos, pero ahora la mayoría de ellos habían cambiado a un equipo de estilo estadounidense y algunos llevaban los uniformes tácticos de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos. A lo lejos, un grupo de hombres encapuchados se encontraba en un jeep Humvee, uno de ellos blandiendo un lanzacohetes en la mano.

Rifle de asalto americano M4 en manos de los talibanes

Más y más coches se quedaban estancados en la carretera y todos son de modelos de los años 70 y 80, así que tuvimos que bajar del coche con los equipos y caminar. Delante de nosotros se oyó una fuerte ráfaga de disparos y la multitud se acercó al instante como un maremoto en dirección contraria al aeropuerto, inconscientemente agarré mi teléfono en la mano y mi colega que estaba a mi lado sostenía su cámara en los brazos.

34.000 dólares estadounidenses por un “billete sólo de ida”

Cuando los disparos se extinguieron, la multitud se precipitó hacia el aeropuerto como si hubiera rebotado contra un muro invisible. Cuanto más avanzábamos, más gente había, la parte inferior de la valla estaba completamente oculta y el alambre de espino de arriba refleja una luz cegadora. El hombre que estaba a mi lado me dijo que ayer el ejército estadounidense había abierto fuego dentro del aeropuerto, echando a todos los rostros locales y lanzando mucho gas lacrimógeno hacia el exterior del aeropuerto. La mayoría de las personas que se encuentran fuera del aeropuerto no tienen visado, algunas ni siquiera tienen pasaporte y han venido simplemente a probar suerte.

Un hombre de unos 50 años me dijo que había comprado un "billete" a un amigo hace dos días por 34.000 dólares, diciendo que podía embarcar en un vuelo militar estadounidense con destino a Qatar, pero que ahora el ejército estadounidense ha estipulado que el aeropuerto sólo puede utilizarse para evacuar a personas no afganas, y los talibanes han establecido un bloqueo para impedirlo. La terminal era inaccesible y el número de teléfono de su amigo estaba fuera de servicio.

“Las tropas de EE.UU. y los talibanes me apuntaron al mismo tiempo”

Justo en ese momento, el camarógrafo que estaba a mi lado me jaló y señaló hacia la parte superior de la valla. Un soldado estadounidense con gafas de sol me gritaba algo, mientras hacía gestos exagerados para que me alejara.

Soldados estadounidenses echando a los afganos que intentaron acercarse al aeropuerto el día anterior

Alguien también me dio un codazo por detrás y me giré para ver que eran dos soldados talibanes. Les expliqué que uno de sus comandantes había dado permiso para filmar aquí, y uno de ellos sacudió la cabeza y dijo que no conocía al de Kandahar de antes y que no tenía ninguna relación con ellos, y que era de la provincia de Helmand, en el sur. Tuvimos que entregar honestamente nuestros teléfonos y cámaras y dejar que borraran todas las imágenes que habíamos tomado.

Las tropas estadounidenses dentro del aeropuerto y los talibanes de fuera nos gritaron al mismo tiempo: "Váyanse, váyanse, váyanse..."

Reportero: Mohammad Karim Faiez(de nacionalidad afgana), corresponsal de CMG