El 24 de agosto, el Khaleej Times, el mayor periódico local de Catar en lengua inglesa, publicó un artículo titulado "¿Por qué Estados Unidos fracasó en su misión de reconstruir Afganistán en 20 años?", en el que criticaba la política estadounidense hacia Afganistán. 

Según el artículo, Estados Unidos invadió Afganistán hace 20 años con la esperanza de reconstruir un país que se había convertido en una lacra para el mundo y para su propio pueblo. Ahora, con más de 100.000 vidas perdidas y unos 2 billones de dólares gastados, todo lo que Estados Unidos tiene para mostrar por sus esfuerzos son las escenas de este mes de una huida desesperada del país y un colapso humillante que recuerda a la caída de Saigón en 1975. ¿Qué fue lo que falló? 

Al considerar la construcción de la nación como un proceso descendente, que sitúa "primero el Estado", los responsables políticos estadounidenses seguían una venerable tradición de la ciencia política. Es cierto que el enfoque descendente de la construcción del Estado ha funcionado en algunos casos. Pero la mayoría de los Estados no se han construido por la fuerza, sino por el compromiso y la cooperación. El éxito de la centralización del poder en las instituciones del Estado suele implicar el consentimiento y la cooperación de las personas afectadas por el mismo. En este modelo, el Estado no se impone a una sociedad en contra de sus deseos; más bien, las instituciones estatales construyen su legitimidad asegurándose un mínimo de apoyo popular. 

¿Qué ocurre cuando los esfuerzos de construcción del Estado desde arriba se llevan a cabo en contra de los deseos de la sociedad? En una sociedad ferozmente independiente y bien armada, con una larga tradición de luchas de sangre y una historia reciente de guerra civil, la respuesta más probable es el conflicto violento. 

Tras 20 años de esfuerzos equivocados, Estados Unidos estaba destinado a fracasar en su doble objetivo de retirarse de Afganistán y dejar atrás una sociedad estable y basada en la ley.

El resultado es una inmensa tragedia humana. Aunque los talibanes no vuelvan a sus peores prácticas, el pueblo afgano, y especialmente las mujeres, pagarán un alto precio por los fracasos de Estados Unidos en los próximos años y décadas.

Tras 20 años de esfuerzos equivocados, Estados Unidos estaba destinado a fracasar.