La ONU ha advertido que medio millón de afganos podrían abandonar el país hacia finales de año. México es una de las naciones que están dispuestas a recibir a algunos de estos refugiados, pese a que el país tiene sus propios problemas de migración.
Las relaciones entre ambos países no son profundas. Sin embargo, México está
ofreciendo asilo a los refugiados afganos atrapados en la crisis política de su
país.
Con la ayuda de las embajadas diplomáticas con sede en Teherán, Emiratos Árabes Unidos y el Cairo, cuatro aviones cargados de refugiados afganos, incluídos periodistas recientemente volaron con destino a la Ciudad de México.
Los esfuerzos de México para recibir calurosamente a los refugiados de un conflicto ajeno a México ha sido descrito por el gobierno de dicho país como una decisión política.
México ha calificado de una decisión politica, el hecho de recibir refugiados afganos, justificando que corresponde con la tradición histórica de asistencia humanitaria del país. El gobierno de México reitera su disposición de garantizar protección y asistencia por razones humanitarias dentro de sus capacidades a las personas de dicho país, cuyas vidas e integridad se encuentran en inminente peligro.
México ha aumentado su carga de inmigrantes con estos nuevos arribos de afganos. Estos refugiados dentro de poco se unirán a los miles que se encuentran en el limbo, en las fronteras del sur.

México es una de las naciones que están dispuestas a recibir a algunos de los refugiados afganos.