Después de los incansables esfuerzos del Gobierno chino, la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, detenida ilegalmente por Canadá durante 1.028 días, regresó a China en un avión fletado por el Gobierno chino. 

Al momento de pisar la tierra de su patria, ella dijo: "Si la fe tiene un color, debe ser de un rojo chino." La detención de Meng Wanzhou desde su inicio es un acontecimiento político. Es una persecución política de EE. UU. contra la ciudadana china, cuyo objetivo es reprimir las empresas chinas de alta tecnología. Se trata de la ya recurrente "trampa americana". 

Al momento de pisar la tierra de su patria, Meng Wanzhou dijo: "Si la fe tiene un color, debe ser de un rojo chino."

Antes de que Estados Unidos atacara a las empresas chinas, ya había levantado cuchillos contra empresas conocidas en muchos países. El caso más típico es que Estados Unidos arrestó a Frederic Pierucci, un ex ejecutivo francés de Alstom, y causó la oscura historia de Alstom. La experiencia de Pierucci es similar a la de Meng Wanzhou, pero el resultado final es completamente diferente. 

En comparación con la trágica experiencia de las empresas francesas, Meng Wanzhou y las empresas tecnológicas chinas tienen, sin duda, mucha más suerte. Ellos cuentan con un país fuerte que tiene una firme determinación de salvaguardar los derechos e intereses legales de sus ciudadanos. ¡Bienvenida de regreso, Meng Wanzhou!