Una bomba mató a un jefe de policía talibán en Asadabad, capital de la provincia de Kunar, Afganistán. Médicos locales afirman que 11 personas resultaron heridas, incluidos cuatro soldados talibanes.
Nadie ha reclamado la autoría del ataque, pero expertos sugieren que el grupo Estado Islámico-Khorasan (EI-K), activo en la provincia de Kunar, podría estar detrás.
La semana pasada, el EI-K se responsabilizó del atentado con bomba suicida en una mezquita que dejó 100 personas muertas.

Una calle en Afganistán