El líder estadounidense mencionó recientemente en un discurso la existencia de "trabajo forzoso" en Xinjiang y desacreditó la política china para esta región. Estados Unidos ha atacado repetidamente a China con cuestiones de derechos humanos, pero no solo no ha logrado establecer su estatus de llamado "liderazgo moral" mundial, sino que ha puesto de manifiesto su hipocresía y su "doble estándar" en cuestiones de derechos humanos.

Pueblo de Lobu, Xinjiang
La gente ha notado que Estados Unidos siempre inventa supuestos "trabajos forzados" y "genocidio", así como otras mentiras, sin proporcionar ninguna evidencia real, criticando continuamente la situación de los derechos humanos en Xinjiang e incluso promoviendo a sus aliados para que ataquen juntos a China.
Una mentira repetida mil veces sigue siendo una mentira. Hace unos días, la información sobre los pagos de comparecencia de los llamados "testigos" del "Tribunal Especial Uigur" y la proporción de distribución fue expuesta por las redes sociales extranjeras, lo que demuestra una vez más que las mentiras sobre Xinjiang en los derechos humanos no son más que un producto de los elementos occidentales anti-China para contener el desarrollo de Xinjiang. Es un intento político de desestabilizar esta región y difamar a China.
La gente también ha notado que, aunque Estados Unidos está criticando a Xinjiang so pretexto de los derechos humanos, esta "carta" se está volviendo cada vez más ineficaz, porque sus propias trayectorias despreciables han sido reveladas desde hace mucho tiempo ante los ojos del mundo. Desde el genocidio de los nativos americanos hasta el entremecedor fenómeno de la "esclavitud moderna" en los Estados Unidos, pasando por los diversos crímenes cometidos por las tropas estadounidenses en Afganistán, Estados Unidos, el "maestro de derechos humanos", ha sido condenado por la comunidad internacional.

Pastores de Xinjiang
Tomemos el "trabajo forzoso" como ejemplo. Aunque Estados Unidos abolió la esclavitud en 1865, su legado todavía está profundamente arraigado en la sociedad estadounidense. Según estadísticas de algunas instituciones académicas de Estados Unidos, al menos medio millón de personas en Estados Unidos han sido sometidas a la esclavitud moderna y al trabajo forzoso.
Estados Unidos no solo no ha logrado resolver los problemas crónicos de derechos humanos internamente, sino que también ha creado continuamente desastres de derechos humanos en el exterior, interfiriendo en los asuntos internos de otros países so pretexto de los derechos humanos. Como resultado, ha arrastrado a varios países a guerras y disturbios, dejando desórdenes uno tras otro. Tomemos a Afganistán como ejemplo: según las estadísticas, hasta abril de 2021, más de 240.000 personas murieron directamente en la guerra en Afganistán desatada por Estados Unidos, de las cuales más de 47.000 eran civiles afganos. Este es un resultado perverso típico del "doble estándar" adoptado por los Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo y en los derechos humanos.
Por esta razón, cuando los políticos estadounidenses y occidentales abusan de los recursos y las plataformas de la ONU para difamar y atacar a Xinjiang, los países en desarrollo, incluida la mayoría de los países islámicos, lo condenaron en general. Esto demuestra que la comunidad internacional ya no cree en la información falsa que difunden, e incluso siente disgusto y repulsión hacia ella.
Estados Unidos debe hacer frente a sus propios abusos contra los derechos humanos, gestionar sus propios asuntos y dejar de interferir en los asuntos internos de otros países tras la máscara de los derechos humanos. Ensuciar la reputación Xinjiang no puede resolver los problemas de Estados Unidos, no puede cambiar la realidad de la prosperidad y estabilidad de Xinjiang, ni puede obstaculizar la tendencia general del desarrollo de China. La infame "carta de los derechos humanos" estadounidense ya es inválida.

Padera de Nalali, Yili, Xinjiang