Una artista con ágiles dedos se está volviendo conocida en el mundo del microcrochet. Lucia Dolgopolova, de 39 años, comenzó a crear pequeños trabajos de crochet porque su vida estaba demasiado ocupada para dedicar tiempo a proyectos más grandes.
La ucraniana radicada en Rusia practicó con un gancho de 0,35 mm, el más pequeño del mundo, y el hilo de coser más fino que pudo encontrar.
Después de muchas pruebas y errores, se ha convertido en una maestra del arte, con resultados impresionantes que incluyen animales pequeños, pájaros e incluso dragones. Su trabajo más pequeño, un búho de 1 mm, consistió en dividir el hilo de coser en dos y tejer con la mitad.
Una artista con ágiles dedos se está volviendo conocida en el mundo del microcrochet.
