El pasado 20 de septiembre entró en vigor la ley del gobierno cubano autorizando la creación de microempresas, pequeñas y medianas empresas privadas. La primera de ellas en el sector de la mensajería fue Mandao, una mediana empresa radicada en el Vedado habanero, pero con representación ya en varias provincias cubanas.
Cada día, decenas de motociclistas circulan por toda La Habana llevando grandes mochilas amarillas en sus espaldas. En grandes letras negras se lee Mandao, el nombre de uno de los servicios de mensajería más populares en el país que recientemente adquirió la categoría de Mipyme (micro, pequeña y mediana empresa). Entre sus clientes se encuentran restaurantes, pizerías, fincas agropecuarias y cualquier otro que desee satisfacer la necesidad de sus clientes de una entrega rápida y segura. Las restricciones de movimiento implementadas en Cuba por la pandemia de la COVID-19 favorecieron su auge y crecimiento.
Gracias a una aplicación móvil de fácil acceso y manejo diseñada por ellos mismos, a la seriedad y rapidez de las entregas y a un precio bastante módico, Mandao se ha convertido en una opción tanto para los que prestan servicios como los que los reciben. La llegada de la pandemia a Cuba y las medidas implementadas por el gobierno ayudaron a Mandao a crecer mucho.
Mandao se convirtió en una buena fuente de empleo para muchos jóvenes que de pronto no tenían posibilidades de trabajar y sirvió también a los restaurantes para mantener sus servicios y empleados, aún en los momentos más díficiles de la pandemia.
Con la aprobación de su proyecto como Mipyme, bajo la etiqueta de Operador Logístico, Mandao podrá dar mayor cobertura a la línea de paquetería que desarrollan, ampliar su plataforma tecnológica y aumentar su presencia a todo el territorio nacional. El hecho de adquirir personalidad jurídica hará más fáciles la obtención de financiamiento de la banca nacional, las relaciones interempresariales y la inserción en el entramado económico nacional como figura de pleno derecho. Aparecer como empresa genera mucha más confianza del público y la credibilidad de los clientes y usuarios hacia ellos crece. También podrán aumentar el volumen de productos que ofrecen y la oportunidad de colocar sucursales plenamente reconocidas en todas las provincias del país.
Pasado algo más de un mes de la aprobación del primer grupo de Mipymes, el número total de estas nuevas formas de gestión asciende a 416 empresas, de las cuales 397 son privadas y 9 del sector estatal. Extendidas por todo el territorio nacional, su impacto en el desarrollo socioeconómico del país abarca, de acuerdo con declaraciones del Ministerio de Economía y Planificación, diversos sectores como la producción de alimentos; actividades manufactureras como la fabricación de materiales de construcción, muebles, confecciones textiles, calzado, plástico y productos de limpieza y aseo; actividades de programación informática; recuperación de materiales y reciclaje.

Mandao se convirtió en una buena fuente de empleo para muchos jóvenes que de pronto no tenían posibilidades de trabajar y sirvió también a los restaurantes para mantener sus servicios y empleados, aún en los momentos más díficiles de la pandemia.