Este jueves, Estados Unidos celebra el Día de Acción de Gracias. Una de las tradiciones más importantes de esta fiesta anual es una reunión familiar con una cena de pavo asado. Sin embargo, los estadounidenses pueden acoger en 2021 "la cena de Acción de Gracias más cara de la historia".
Tomamos como ejemplo el plato principal de pavo. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el precio al por mayor de pavo congelado de 8 a 16 libras alcanza los 1,35 dólares por libra, un 21% más alto que el año pasado. Según una encuesta realizada por la Federación de la Oficina Agrícola Estadounidense, el costo de una comida de Acción de Gracias para 10 personas este año es de 53,31 dólares, el más alto en los 36 años desde que la agencia inició la encuesta.
La costosa comida de Acción de Gracias es un microcosmos del impacto de los altos precios que está experimentando el pueblo estadounidense. Desde comestibles hasta energía y automóviles, los precios de todo tipo de bienes han aumentado de manera espectacular. Los datos muestran que la tasa de inflación en Estados Unidos en octubre alcanzó un nuevo máximo en los últimos 31 años, lo que ha hecho que el argumento de la Reserva Federal de que "la inflación alta es sólo temporal" sea drásticamente menos convincente.
El plan de estímulo económico de un billón de dólares anteriormente lanzado por el Gobierno de Estados Unidos ha estimulado la demanda de los consumidores, pero la lucha ineficaz contra la epidemia ha frenado la recuperación del mercado laboral. Al mismo tiempo, debido a la pandemia mundial, la cadena de suministro no funciona correctamente. Junto con la apuesta de la Fed de que la recuperación económica será más rápida que la inflación descontrolada y el retraso en la adopción de la política de endurecimiento, múltiples factores han llevado a la alta inflación continua en Estados Unidos, y el riesgo de inflación a largo plazo ha aumentado aún más.
Además, el actual Gobierno de Estados Unidos aún conserva los altos aranceles impuestos a China por la Administración anterior, lo que también ha aumentado los precios. Recientemente, 24 organizaciones empresariales estadounidenses, incluida la Asociación Estadounidense de Importadores y Exportadores y la Cámara de Comercio Estadounidense, enviaron conjuntamente una carta a funcionarios comerciales estadounidenses de alto nivel instando al Gobierno estadounidense a abolir aranceles adicionales sobre China para ayudar a aliviar las presiones inflacionarias. En su carta, advirtieron que los aranceles adicionales impuestos a China están perjudicando a las empresas y hogares estadounidenses en forma de precios altos. Los datos que ellos brindan muestran que los aranceles adicionales impuestos por Estados Unidos a China han provocado que los importadores estadounidenses pierdan más de 110 mil millones de dólares, de los cuales 40 mil millones de dólares se perdieron durante el mandato del actual Gobierno.
La alta inflación actual no solo hace que las empresas y las personas estadounidenses sientan el dolor de la política de la "prioridad de Estados Unidos", sino también existe el riesgo de que se derrame. Estados Unidos debe detener la práctica de traspasar la crisis, adoptar una política monetaria más responsable y cooperar con la comunidad internacional para coordinar las medidas de salud pública para promover el retorno a la normalidad de la circulación del mercado mundial.
El precio "volador" del pavo es una alarma para Washington. Los políticos estadounidenses deben dejar de lado sus propios intereses políticos, contener la epidemia lo antes posible, tomar decisiones que beneficien al pueblo estadounidense y ser responsables ante la comunidad internacional.