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La cultura china y la creatividad se unen en las obras de un joven artista chino
CGTN en Español
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04:56

Wang Chengyu, un joven que ha llamado la atención con sus pinturas. El artista asegura que sus obras no pueden ser definidas o categorizadas debido a su complejidad. 

"Me llamo Wang Chengyu y nací en una aldea llamada Ghard, que significa fénix en mongol. Mi pueblo pertenecía a Mongolia Interior, pero pasó a formar parte de Tieling, en la provincia china de Liaoning y tras 1995 forma parte de Shenyang. Mis recuerdos de la infancia están en las praderas y las llanuras. El paisaje típico de Mongolia Interior. Me gusta pintar desde que era niño. Mi estilo es como el lugar en el que nací. No sé decir si pertenece a Mongolia Interior o al noreste de China. Tampoco se puede categorizar, eso es lo que siento", dijo Wang Chengyu, artista.

"En 2002 comencé a pintar con pinceles. Me encanta la obra de Badashanren que se basa en unos pocos trazos. Poco a poco empecé a simplificar los elementos. Pero para subsistir también hice muchas pinturas con un aspecto mucho más realista. Después me examiné a mí mismo y me pregunté por qué estaba pintando eso. Creo que la transformación de mi estilo es una experiencia personal que pasó de la complejidad a la simpleza. Entonces intenté utilizar la espátula que uso para ajustar el color y pintar directamente en el lienzo. Se notaba que estaba dibujando a mano alzada", dijo Wang Chengyu, artista.

"Dentro de mí, los elementos más íntimos son los de la cultura oriental, como la caligrafía, los elementos de bronce antiguos y los retratos Han, que me han inspirado mucho. En Beijing también disfruté de la ópera. A veces no puedo distinguir lo que es real de lo que no. El mundo es como un teatro. Pero las figuras de mis obras no pertenecen a ningún repertorio. Mezclo lo chino con lo extranjero, lo antiguo con lo moderno. Creo que es mi sentido de la supervivencia, porque estamos viviendo en una era de simbiosis e integración. Mis pinturas se considideran despreocupadas por su simplicidad, humor e ironía. Puedes ver a través de la verdad de la vida pero aún así amar la vida", dijo Wang Chengyu.

"Mi experiencia vital y mi redescubrimiento me han hecho ser el que soy ahora. Recuerdo cuando me mudé a Beijing, vivía a los pies de las montañas Perfumadas con otras 40 familias. Mi alquiler costaba 200 yuanes al mes. Estuve 5 años viviendo y pintando allí, 5 años de soledad. En esos tiempos aprendí a llevarme bien conmigo mismo y a redescubrir el lenguaje visual del arte", dijo Wang Chengyu.

"En 2005 me mudé a Songzhuang, la zona residencial para artistas más grande de China. Éramos cientos de pintores allí, ahora hay unos diez o veinte mil. Encontré que el arte contemporáneo era la prioridad en la zona y todo el mundo se dedicaba a ello. Pero decidí no seguir la corriente. No quiero seguir al grupo. Prefiero hacer otra cosa y no seguir las tendencias. Por eso no he recibido ningún premio ni he celebrado ninguna exposición en China. Hay varias escuelas en todos los ámbitos de la vida en China, y también en el campo académico. Siempre he estado al margen", dijo Wang Chengyu, artista.

"El proceso de pintar es un proceso de cultivación. La pintura es un buen indicador de mi estilo de vida, mi vida es una experiencia artística. Me he dado cuenta de la importancia de la autoconciencia. Me he estado redescubriendo a mí mismo leyendo libros, escuchando música, viendo telenovelas y óperas de Pekín. También soy aficionado a la cultura de las etnias minoritarias, a la medicina tradicional china y al Guqin. También soy aficionado al zen, que ha influido mucho en mi obra", dijo Wang Chengyu, artista.

"No se puede expresar o practicar la naturaleza del zen. En otras palabras, no es bueno hablar mucho. Estoy leyendo libros sobre zen cada día. También voy a clases de meditación online cada mañana, es una buena práctica. El mejor acceso al zen es la pintura y tocar el Guqin. He empezado a tocar el instrumento y tengo un tutor que me enseña. Come bien, cuida tu dentadura y disfruta cada minuto de la vida. Eso es el zen", dijo Wang Chengyu.

"Es como el subir una montaña para las culturas orientales y occidentales. Las vistas son parecidas cuando estás en lo más alto, pero ambas culturas toman diferentes caminos. En nuestra cultura destaca la vanidad y el vacío. Es un viaje solitario en busca de la verdad de la vanidad. Hay mucha vanidad en mi trabajo, pero no lo suficiente. Un lienzo vacío no representa la vanidad porque el dejarlo todo vacío es una técnica de pintura mientras que la vanidad trata sobre el taoísmo. Falta mucho hasta que pueda integrar las técnicas de pintura con el tao. Y eso es justo lo que me empuja a seguir explorando", dijo Wang Chengyu, artista.

El artista asegura que sus obras no pueden ser definidas o categorizadas debido a su complejidad.