La sumamente contagiosa variante ómicron representó el 99,9 por ciento de los nuevos contagios semanales por la COVID-19 en Estados Unidos, de acuerdo con datos actualizados 1 de febrero por los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) de EE. UU..
La variante delta, la cual alcanzó su pico el verano pasado, sólo representó el 0,1 por ciento restante en la semana concluida el 29 de enero.
Los nuevos contagios impulsados por la ómicron han aumentado rápidamente desde inicios de diciembre. La variante representó sólo el 0,6 por ciento de los nuevos casos en la semana que terminó el 4 de diciembre, aumentó a 89,3 por ciento en la semana concluida el 1 de enero y a 97,8 por ciento en la semana que finalizó el 15 de enero, indicaron los datos de los CDC.
Varios estudios han indicado que las vacunas actualmente autorizadas contra la COVID-19 podrían ofrecer una fuerte protección contra la hospitalización y la muerte por la variante ómicron.
Durante el predominio tanto de la delta como de la ómicron, la incidencia y las tasas de hospitalización fueron mayores entre las personas no vacunadas y menores entre las personas vacunadas con un refuerzo, de acuerdo con un informe publicado este martes por los CDC.