Las cifras demuestran que, desde el inicio del año 2021, han aumentado en gran medida los ataques y delitos de odio contra los asiáticos en Estados Unidos. Actualmente, la población de rasgos asiáticos son víctimas del maltrato racista.
En Estados Unidos, la población de ascendencia asiática ocupa cerca del 6% de su población total, y la de origen chino incluso supera el 23% de los asiáticos.
El informe más reciente de la organización social estadounidense Stop AAPI Hate indica que, en el período del marzo de 2020 al septiembre de 2021, la organización recibió en total reportes de 10.370 incidentes de odio contra asiáticos americanos e isleños del Pacífico en el territorio de Estados Unidos. Los ciudadanos de origen chino son el grupo más atacado, representando el 42,7% de los delitos de odio relacionados.
CNN explicó en un artículo de opinión que las tensiones raciales aumentaron durante los 4 años de la administración de Trump y a pesar de que ya dejó su cargo, su gobierno logró agudizar el odio hacia los asiáticos en la sociedad estadounidense.
Además, se suma la insuficiencia de la reglamentación e inacción de los departamentos a cargo del cumplimento de la ley. Existen muchos sistemas diseñados para determinar la discriminación hacia los afrodescendientes, pero se encuentran pocas disposiciones para los asiáticos.
El 23 de abril de 2021, el senado estadounidense aprobó una ley sobre delitos de odio asociados al COVID-19, intentando demostrar su determinación de lucha contra los crímenes dirigidos a las personas de origen asiático. Pero ¿realmente funcionará?
Los delitos contra los asiáticos forman parte de un problema social muy arraigado en Estados Unidos. Sin embargo, en el marco de la política del voto estadounidense, los dirigentes sólo están interesados en maximizar su popularidad y no están dispuestos a asumir ningún riesgo político.
Estados Unidos se enorgullece de ser un "faro de los derechos humanos", pero con ese faro solo saca a la luz los problemas ajenos, los distorsionan e incluso fabrican historias, mientras oculta sus propios problemas.