El 14 de marzo, hora local, se llevó a cabo en Roma, capital de Italia, otra reunión de alto nivel entre China y Estados Unidos. Durante esta reunión, Yang Jiechi, miembro del Buró Político del Comité Central del PCCh y Director de la Oficina de la Comisión de Relaciones Exteriores del Comité Central del PCCh, y Sullivan, Asistente del Presidente para Asuntos de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, mantuvieron una comunicación franca, profunda y constructiva sobre las relaciones chino-estadounidenses y los temas candentes internacionales, y acordaron implementar conjuntamente el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado. Además, ambas naciones acumularán condiciones para llevar las relaciones chino-estadounidenses de nuevo al camino correcto del desarrollo sano y estable.
En los últimos cuatro meses, China ha estado trabajando arduamente para implementar el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado, pero el compromiso de Estados Unidos flota en el aire. Desde anunciar la venta de armas a la región china de Taiwan, enviar funcionarios a visitar la región china de Taiwan, incluso lanzar una nueva versión de la estrategia del Indo-Pacífico para intensificar la contención a China, lo que ha hecho EE. UU. va en contra de sus compromisos, creando más obstáculos para que las relaciones China-EE. UU. vuelvan a desarrollarse normalmente.
En esta reunión de alto nivel entre China y Estados Unidos, China volvió a expresar su posición sobre temas relacionados con la región china de Taiwan, la región autónoma uygur de Xinjiang, la región autónoma del Tíbet y la Región Administrativa Especial de Hong Kong, y señaló que estos temas involucran los intereses fundamentales de China y son asuntos internos de China. Esta es una advertencia clara y solemne para los EE. UU., y también es una línea roja trazada por China para las relaciones entre China y los EE. UU.
En particular, el principio de una sola China es la base política de las relaciones chino-estadounidenses. Aunque la administración actual de los EE. UU. ha prometido repetidamente adherirse a la política de una sola China y no apoyar la "independencia de Taiwan", ha dado marcha atrás en repetidas ocasiones, socavando gravemente la paz a través del Estrecho de Taiwan. El mes pasado, de conformidad con la Ley de Sanciones Extranjeras, China decidió imponer contramedidas contra dos empresas industriales militares de EE. UU. que han estado involucradas durante mucho tiempo en la venta de armas a la región china de Taiwan. ¡Esto demuestra que al salvaguardar la soberanía nacional y los intereses de seguridad, China nunca es ambigua y cumple sus promesas! La parte estadounidense debe reconocer la alta sensibilidad de la cuestión de Taiwan, dejar de jugar la "carta de Taiwan" y buscar "controlar China con Taiwan", y volver al significado original del principio de una sola China.

Aunque la administración actual de los EE. UU. ha prometido repetidamente adherirse a la política de una sola China y no apoyar la "independencia de Taiwan", ha dado marcha atrás en repetidas ocasiones, socavando gravemente la paz a través del Estrecho de Taiwan.
Cabe mencionar que la reunión China-Estados Unidos en Roma coincide con el 50º aniversario de la publicación del "Comunicado de Shanghai" y la visita de Richard Nixon a China. La experiencia histórica muestra que mientras nos adhiramos al respeto mutuo, busquemos un terreno común, reservamos las diferencias y cooperemos para obtener resultados beneficiosos para todos, los dos países pese a contar con importantes diferencias obvias en ideología, sistema social y cultura histórica pueden lograr una coexistencia pacífica. Hoy, 50 años después, China y Estados Unidos deben revisar el pasado y aprender. En particular, Estados Unidos debe extraer sabiduría de la historia y volver a una comprensión racional y pragmática de China. Como dijo el ex embajador de EE. UU. en China, J. Stapleton Roy, los problemas surgidos en las relaciones chino-estadounidenses no son buenos para ninguna de estas naciones. Las dos partes deben tomar amplios intereses comunes como punto de inserción para lograr romper el hielo de nuevo en sus relaciones bilaterales.
"En los próximos 50 años, lo más importante en las relaciones internacionales es que China y Estados Unidos deben encontrar la manera correcta de llevarse bien." Las declaraciones del presidente Xi Jinping merecen los esfuerzos conjuntos de China y Estados Unidos. Después de la reunión de Roma, Estados Unidos debe marchar con China hacia la misma dirección, implementar las promesas hechas por el presidente Biden y usar acciones pragmáticas para ganar la confianza del pueblo chino y la comunidad internacional.