Es una de las obras más profundas y difundidas del Maestro, escrita en 1959 cuando durante una presentación en Puerto Rico recibió la noticia de la muerte de su padre Vicente Piazzolla, apodado Nonino, Piazzolla compuso esta obra, basándose en otro de sus tangos titulado «Nonino», escrito cinco años antes en París, también en homenaje a su padre.