El laboratorio estatal brasileño Instituto Butantan inauguró el viernes 25 de marzo en la ciudad de Sao Paulo la fábrica donde se comenzará a producir en 2023 la vacuna CoronaVac, de la farmacéutica china Sinovac, contra la COVID-19 y otros inmunizantes contra la rabia, el zika y la hepatitis A.
La fábrica es el resultado de las donaciones por 189 millones de reales (unos 39,32 millones de dólares) que 75 empresas hicieron al inicio de la pandemia para ampliar la capacidad del Instituto Butantan, dependiente del gobierno del estado de Sao Paulo y principal proveedor de vacunas del Ministerio de Salud brasileño.
El gobernador paulista Joao Doria dijo en el acto de inauguración que esta fábrica es una victoria para Sao Paulo y Brasil y que es una fábrica de vida. Asimismo, destacó que la vacuna CoronaVac importada por el Instituto Butantan y utilizada por el Ministerio de Salud es la más aplicada en los niños y adolescentes brasileños.
Doria destacó que más de 112 millones de dosis de CoronaVac fueron aplicadas en Brasil desde el inicio del plan de vacunación y recordó que la primera vacuna inyectada en el país sudamericano contra la pandemia fue la del laboratorio chino Sinovac.
La vacuna CoronaVac importada por el Instituto Butantan y utilizada por el Ministerio de Salud es la más aplicada en los niños y adolescentes brasileños.
El Centro de Producción de Vacunas Multipropósito tendrá capacidad para producir 100 millones de dosis por año.
La fábrica funcionará en un complejo de casi 11.000 metros cuadrados de superficie construida en la sede de Butantan, en Sao Paulo.
El presidente del Instituto Butantan, Dimas Covas, detalló en la ceremonia que la fábrica se construyó en menos de dos años, más rápido que el promedio usualmente utilizado en Brasil.
Covas recordó que en 2021 se inició la fase de la transferencia de tecnología de Sinovac al Instituto Butantan y anunció que en abril una misión del laboratorio chino visitará el lugar para hacer la planificación de los protocolos de los procesos de fabricación.
La fábrica necesita de la aprobación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, una vez que todas las fases de producción estén listas para comenzar a producir.
De acuerdo con Covas, la expectativa es que el inicio de la producción pueda ocurrir en el primer semestre de 2023.
Covas agregó que esta planta se puede adaptar rápidamente para desarrollar otros antígenos virales basados en células. Así, en caso de una nueva crisis sanitaria mundial, Brasil podrá iniciar rápidamente la producción de cualquier vacuna nueva.