El Consejo de Seguridad de la ONU condenó enérgicamente el sábado día 30 de abril los continuos ataques terroristas contra civiles en Afganistán, incluidos los ocurridos el del 22 de abril contra una mezquita en Kunduz, el jueves contra dos minibuses en Mazar-e-Sharif y el viernes contra una mezquita en Kabul.

Las agresiones siguieron a varios otros ataques recientes contra civiles e infraestructura civil, incluso en comunidades de minorías religiosas, en todo Afganistán durante el mes de Ramadán, dijo el Consejo de Seguridad en un comunicado de prensa.

Los miembros del consejo expresaron su más sentido pésame y condolencias a las familias de las víctimas y desearon una pronta y completa recuperación a los heridos, según el comunicado.

Subrayaron la necesidad de responsabilizar a los perpetradores, organizadores, financiadores y patrocinadores de estos reprensibles actos de terrorismo y llevarlos ante la justicia e instaron a todos los Estados, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, a cooperar activamente con todas las autoridades pertinentes en este sentido.

Asimismo, reafirmaron que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las más graves amenazas a la paz y la seguridad internacionales, y destacaron la necesidad de que todos los Estados combatan por cualquier medio, de conformidad con la Carta de la ONU y otras obligaciones del derecho internacional, las amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas.