La falta de combustible ha obligado a cerrar muchas gasolineras en Kiev desde principios de mayo. Las colas de coches se han alargado por kilómetros, y las estaciones han impuesto una compra máxima de 10 litros de combustible.
Millones de civiles ucranianos se enfrentan a las interrupciones de combustible causadas por los ataques de Moscú a las infraestructuras energéticas, los cuellos de botella en el transporte y el corte de los suministros por parte de Rusia y Bielorrusia. El 7 de mayo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, habló de la escasez de combustible en una reunión con el gabinete.
La ministra ucraniana de Desarrollo Económico y Comercio, Yulia Svyrydenko, declaró que el bloqueo ruso de los puertos ucranianos ha afectado al suministro de combustible de Ucrania y pidió un "corredor verde" para Ucrania.
La semana pasada, las fuerzas rusas atacaron la refinería de petróleo de Kremenchuk, dejando fuera de producción la última de las dos principales refinerías de petróleo de Ucrania. También destruyeron 20 grandes depósitos. Fuentes militares dijeron a Reuters que la pérdida de esos recursos puede gestionarse con importaciones de fuentes europeas utilizando el extenso sistema ferroviario del país. Según un analista, los comerciantes de combustible también han evitado acumular suministros, dispersando el combustible a las estaciones de servicio, y han ampliado sus fuentes de importación.

La falta de combustible ha obligado a cerrar muchas gasolineras en Kiev desde principios de mayo.