A comienzos de su establecimiento, el centro de detención albergaba a alrededor de 780 presos de 42 países, la gran mayoría afganos y pakistaníes. En 2002, el centro penitenciario vio llegar sus primeros reclusos y 20 años después de su creación, todavía son 39 presos que siguen allí, sin certezas sobre su futuro.

"El hecho de que en nuestro planeta exista un lugar donde se producen graves contravenciones de ley y violaciones de DD. HH. es algo que nos deja completamente asombrados", dijo Liu Huawen, vicepresidente del Instituto de Investigación del Derecho Internacional de la Academia de Ciencias Sociales de China.