El panda gigante es una especie antigua con una historia de más de 8 millones de años. Debido a los efectos del cambio climático histórico y las actividades humanas, el hábitat del panda gigante se ha ido reduciendo y su población ha disminuido considerablemente. 

Según los registros antiguos, el panda gigante seguía estando ampliamente distribuido en las regiones centrales y occidentales de China hasta alrededor del siglo XVIII, y fue reconocido científicamente por primera vez como especie en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en 1986. Tras la promulgación de la Ley de Protección de la Vida Silvestre de China en 1988, como especie valiosa y en peligro de extinción, el panda gigante ha sido clasificado como animal salvaje protegido de grado I a nivel nacional. Además, las especies del Apéndice I conllevan la protección más estricta. En 2016, la UICN rebajó el nivel de protección del panda gigante de amenazado a vulnerable, lo que refleja el reconocimiento por parte de la comunidad internacional de la eficacia de la conservación del panda gigante en China. 

Aunque se ha reducido el nivel de amenaza, no se rebajará ni el nivel de protección ni la protección del panda gigante, ya que cuestiones como la fragmentación del hábitat del panda gigante siguen siendo un gran reto para el futuro.