Según los expertos, la cuestión de las armas en EE. UU. tiene que ver con la forma en la que está configurado el sistema político.
Los estados de EE. UU. pueden tener puntos de vista opuestos, pero todos comparten el poder político, lo que deja un debate abierto.
Por ejemplo, el sentimiento de un pequeño estado proarmas como Wyoming es tan importante como el de un estado más grande como California, que está presionando para que haya menos armas.
"La Asociación Nacional del Rifle (NRA) sigue siendo muy influyente, no necesariamente desde el punto de vista de los donantes de campañas electorales. Sigue repartiendo mucho dinero a los republicanos y se asegura de que sus voces se escuchen en el Capitolio, pero también en términos de movilización de los votantes", dijo Joseph Williams, analista de noticias.
"(Los Estados) Representan el interés de sus electores, pero no el interés de la nación en general. Esa es una brecha que está incorporada a la política estadounidense y que es casi imposible de resolver", agregó Joseph.