El año 2022 marca el séptimo año desde la fundación del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) del grupo BRICS. Durante estos 7 años, este banco multilateral de desarrollo propuesto y establecido por los 5 países BRICS: China, Brasil, Rusia, India y Sudáfrica, lleva el objetivo de financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en los BRICS y en otras economías emergentes, así como en países en desarrollo.

Desde su establecimiento en julio de 2015, el NBD ha aprobado 80 proyectos por un valor aproximado de 30 mil millones de dólares estadounidenses en los países miembros, cubriendo áreas como energía limpia, transporte, desarrollo urbano, recursos hídricos y salud, infraestructura social e infraestructura digital, apoyando proyectos de infraestructura que abarcan cuatro continentes. 

Desde su establecimiento en julio de 2015, el NBD ha aprobado 80 proyectos por un valor aproximado de 30 mil millones de dólares estadounidenses en los países miembros.

Desde el brote de la COVID-19, con el fin de apoyar a los países miembros en su lucha contra la pandemia, el Nuevo Banco de Desarrollo estableció un mecanismo de asistencia de préstamos de emergencia en abril de 2020, a través del cual ha aprobado la provisión de hasta 10 mil millones de dólares estadounidenses en asistencia relacionada con las crisis a los países miembros.

Cabe mencionar que casi siete años después de su apertura, el Nuevo Banco de Desarrollo ha admitido a cuatro nuevos miembros en 2021: Bangladesh, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Uruguay, y su influencia internacional ha seguido aumentando. 

El 28 de septiembre del año pasado, el NBD marcó el comienzo de un día importante: el edificio de la sede permanente fue entregado oficialmente en Shanghai y de este modo contaba con su propia "casa"

El 28 de septiembre del año pasado, el edificio de la sede permanente del NBD fue entregado oficialmente en Shanghai.

El mundo está experimentando cambios trascendentales agravados por una pandemia que no se había visto en un siglo. El NBD continuará trabajando arduamente para apoyar la construcción de infraestructura y el desarrollo sostenible de los países miembros, promover y profundizar activamente la cooperación entre las economías emergentes, superar los desafíos comunes y alcanzar los objetivos de desarrollo.