Según las actas de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos publicadas el miércoles 6 de julio, funcionarios de la Fed consideraron que un aumento de 50 o 75 puntos básicos probablemente sería apropiado en la próxima reunión y reconocieron la posibilidad de implementar una postura aún más restrictiva.
En las actas de la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto, celebrada del 14 al 15 de junio, se indicó que los participantes tomaron nota de que la inflación se mantiene demasiado alta y observaron que continúa muy por encima del objetivo a más largo plazo del comité del 2 %.
De acuerdo con las actas, el índice de precios del gasto en consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés), la medida de inflación preferida por la Fed, aumentó un 6,3 % durante los 12 meses que terminaron en abril, al tiempo que la variación en 12 meses del índice de precios al consumidor (IPC) superó las expectativas en mayo.
Las actas afirman que a los participantes les preocupa que la publicación del IPC de mayo indique que las presiones inflacionarias aún no han mostrado señales de disminuir, y que varios de ellos lo vieron como una consolidación de la opinión de que la inflación será más persistente de lo que habían anticipado anteriormente.

El índice de precios del gasto en consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) de EE. UU. aumentó un 6,3 % durante los 12 meses que terminaron en abril, al tiempo que la variación en 12 meses del índice de precios al consumidor (IPC) superó las expectativas en mayo.
Los participantes observaron que algunas medidas de las expectativas de inflación habían subido recientemente.
En la reunión de junio, el banco central de EE. UU. elevó su tipo de interés de referencia en 75 puntos básicos, lo que marcó la mayor alza de tasas desde 1994 y llevó el nivel de la tasa de fondos federales a un rango de entre el 1,5 y el 1,75 por ciento.
Los funcionarios de la Fed habían señalado un aumento de la tasa en 50 puntos básicos para la reunión de junio, antes de hacer un cambio de última hora a la luz de los decepcionantes datos de inflación.
Las actas indican que a juicio de los participantes, un aumento de 50 o 75 puntos básicos probablemente sería apropiado en la próxima reunión.
El documento señala que los participantes coincidieron en que la perspectiva económica justifica pasar a una postura de política restrictiva, y reconocieron la posibilidad de que una postura aún más restrictiva podría ser apropiada si persistieran las presiones inflacionarias elevadas.