Estados Unidos ha recibido duras críticas por parte de varios países tras la visita de Pelosi a la región china de Taiwan. 

Rusia ha señalado que la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU. a la región china de Taiwan fue una clara provocación y que China tiene derecho a tomar medidas para proteger su soberanía. Moscú también advirtió a Washington que la visita pondría a EE. UU. en rumbo de colisión con Beijing.

Siria, por su parte, ha declarado que la visita de Pelosi viola el derecho internacional y es una falta de respeto a la soberanía, la independencia y la integridad territorial de China. 

Palestina reiteró su postura de apoyo al principio de "una sola China", y pidió el cese de cualquier acción que vaya en contra de él. 

Irán afirmó que la interferencia de EE. UU. en los asuntos internos de China es un ejemplo de la intervención de EE. UU. en diferentes regiones y países del mundo, lo que solamente conduce a un aumento de las tensiones y disputas. 

La República Popular Democrática de Corea también criticó lo que calificó de "interferencia imprudente" de EE. UU. en los asuntos internos de China, y reiteró que apoya plenamente a China.