Muchos políticos y académicos de la comunidad internacional condenaron la visita de Nancy Pelosi a la región china de Taiwan, alegando que constituyó una violación a la soberanía y la integridad territorial de China.
"Pero EE. UU. decidió no cumplir con sus compromisos y directamente infringir la soberanía y la integridad territorial de China, y eso no será tolerado. Pero a la vez con esta actitud provocadora y desafiante, EE. UU. también pierde credibilidad. Incluso entre sus aliados. Y con esta pérdida continua de credibilidad, EE. UU. deteriora los vínculos de confianza en todo el sistema internacional", dijo Humphrey Moshi, director del Centro de Estudios Sobre China de Universidad Dar es Salaam de Tanzania.
"A pesar de la oposición y las protestas contra esta acción, la presidenta de la Cámara de Representantes Pelosi continuó con su plan de visitar Taipei en la región china de Taiwan. Esto es ofensivo y provocativo porque va en contra de la política de una sola China, que el mundo ya ha aceptado. La acción de Nancy Pelosi fue descuidada, peligrosa y provocativa", dijo Emmanuel Mwamba, ex representante permanente de Zambia en la Unión Africana.