El sector textil de Quanzhou es una de las industrias más pujantes no solo de la provincia de Fujian, sino de toda China.

En Quanzhou se produce el 10 % de las prendas que se hacen en China, y el segmento de calzado deportivo y de ocio corre aún más rápido. De aquí procede un 40 % de la producción nacional y un 20 % de los zapatos que se hacen en todo el mundo.

De hecho, uno de cada cinco pares de zapatillas deportivas que hay en el mundo se hace en Quanzhou.

"Un tercio de nuestros productos se venden a las empresas locales de calzado de Quanzhou, otro tercio es para los comerciantes de zapatos de otras provincias de China, y el otro se destina al extranjero, a un total de 163 países y regiones, principalmente países de Asia sudoriental, y también llegamos hasta América del Norte y del Sur, como Estados Unidos y Brasil. Los fabricantes de calzado deportivo de todo el mundo vienen aquí para conocer el mercado de materiales de calzado", dijo Li Xiaohuan, director general del Centro de Zapatos y Textil Jinjing.

Conocida como la ciudad de los zapatos, Quanzhou cuenta con 3.000 fábricas de las que salen 500 millones de pares al año, contribuyendo de manera significativa a que el PIB de la ciudad sea el más alto de la provincia de Fujian desde hace décadas, por encima de la capital provincial, Xiamen, un importante y atractivo destino turístico costero.

Quanzhou se erigió como centro mundial del comercio marítimo durante las dinastías Song y Yuan, entre los siglos X y XIV, y era el punto de partida de la antigua Ruta Marítima de la Seda. Hoy es un punto estratégico para el comercio internacional y los intercambios con otros países en la iniciativa de la Franja y la Ruta.

Zhou Shaoxiong, presidente de la firma textil Septwolves, una de las principales marcas nacionales del sector que trabaja para expandirse al mercado internacional, explica las características y el potencial de esta industria.

El sector textil de Quanzhou es una de las industrias más pujantes no solo de la provincia de Fujian, sino de toda China.

"En los últimos años, la industria de la moda china ha crecido por completo al mismo ritmo que las tendencias de la moda internacional en el extranjero. El consumidor chino muestra un gusto totalmente nuevo, y es más seguro, e independiente, y con gustos estéticos bien definidos", dijo Zhou Shaoxiong, fundador y presidente de Septwolves.

"Aunque en comparación con algunos países desarrollados, que tienen marcas de lujo, China no ha acumulado las suficientes grandes marcas de lujo como para poder liderar en el segmento de precios más altos y en las tendencias más altas. Sin embargo, en muchos de los sectores más pequeños, podemos encontrar que los diseñadores y los jóvenes chinos están llenos de una fuerte creatividad. Siempre que dispongan de los espacios necesarios, pueden realizar trabajos excelentes", dijo Zhou.

Los diferentes sectores industriales de Quanzhou están estratégicamente distribuidos en diferentes distritos, para optimizar su capacidad productiva.

Jinjiang se ocupa de la industria del calzado, textil y de la confección. Es además famoso por su modelo de negocio basado en la innovación y la sostenibilidad, una estrategia ideada por el presidente de China, Xi Jinping, cuando estuvo al frente del gobierno provincial de Fujian, conocida como Experiencia Jinjiang.

La aplicación de este modelo de crecimiento económico y el carácter abierto y emprendedor de sus residentes, han permitido que los productos textiles y de calzado de Quanzhou lleguen, al igual que los productos que viajaban por la histórica Ruta Marítima de la Seda, a todos los confines del mundo.

Los productos de la industria textil y del calzado de Quanzhou han logrado entrar ya en los hogares de todo el mundo, y se prevé que tengan cada vez más presencia en los estantes de nuestros armarios, gracias a la puesta en marcha de nuevas medidas para impulsar el comercio electrónico transfronterizo.